CIUDAD DE MÉXICO, mayo 26 (EL UNIVERSAL).-
El pasado de Randy Arozarena antes de llegar a suelo mexicano en 2016 fue trágico. Convivió con la muerte y tuvo que escapar de su natal Cuba para buscar un mejor futuro para él y su familia.
En México se encontró como pelotero, como persona y adoptó el suelo azteca como su nueva casa. El gran cariño hacia este país hizo que acudiera con el presidente Andrés Manuel López Obrador para que lo ayudara a jugar con la Selección Mexicana el Clásico Mundial de Beisbol.
Ya en la justa mundialista disputada a inicios de este año en Estados Unidos, le devolvió un poco a México con una brutal participación que hizo ilusionar a todos los mexicanos con el tercer lugar; sin embargo, él también sacó provecho de su representación tricolor.
«La verdad el Clásico me sirvió mucho para este gran comienzo de temporada. Me hace sentir muy feliz por el trabajo y por ayudar a mi equipo», declaró en videoconferencia el pelotero de los Tampa Bay Rays. «Lo que trabajé en temporada baja lo ejecuté en el Clásico y lo he mantenido en la temporada. Cambié cosas que me hacían daño», agregó.
En Grandes Ligas se ha convertido en una imagen tricolor, ya sea en el Tropicana Field o en la gira de los Rays. No importa el parque, siempre hay aliento mexicano.
«Es increíble el apoyo que siento de todos los mexicanos. Siempre me sacan la bandera y me da felicidad, quiero sentir ese apoyo cuando regrese a México. Siempre están los mexicanos, en el Clásico vivimos momentos muy lindos», recuerda emocionado el jardinero de Tampa Bay.
La Mexico City Series entre Giants y Padres ha dejado un buen sabor de boca en Grandes Ligas y, además de firmar un contrato de cinco años, son varios equipos los que quieren jugar en suelo tricolor.
Randy Arozarena sueña con jugar en México, portando la franela de los Rays y poder convivir con los fanáticos que no pudieron ver en vivo a la Selección Mexicana en el Mundial.
«Lo he pensado mucho. Por la actuación del Clásico quiero una serie en México, que la gente disfrute de Tampa y estar con la gente que no nos pudo acompañar en el Clásico Mundial, estar cerca de ellos que no pudieron acompañarnos», declaró el pelotero de 28 años.