LA QUESPALA, Chis., mayo 30 (EL UNIVERSAL).-
Las tropas del Ejército-Armada de México, Guardia Nacional y Policía Estatal Preventiva ingresaron esta mañana a la comunidad La Quespala, cercana a la frontera con Guatemala, en busca de células de una organización criminal.
Cuando los primeros soldados, marinos y policías se pararon en la entrada a la comunidad, se encontraron con decenas de hombres, mujeres y adolescentes que pidieron se retiraran del lugar. «Vayan a El Sabinal o (la cabecera municipal) de Frontera Comalapa», lanzó una joven que se cubría el rostro con un lienzo.
«Aquí no van a entrar, porque cuando los necesitamos nunca aparecen», dijo otra joven. «No los queremos aquí porque ustedes les han disparado con sus armas a dos compañeros, uno de ellos que estaba trabajando en su milpa», agregó un hombre.
En la entrada, los pobladores habían colocado dos camiones y habían bajado la pluma para evitar el paso de vehículos desde la carretera Panamericana, pero los soldados y policías continuaban avanzando.
Un grupo de soldados se desplegó sobre su flanco derecho, lo que alertó a los campeones.
«No los dejen pasar por ahí», pidió un hombre a sus correligionarios y de inmediato una lluvia de piedras empezó a caer en ambos lados.
Para ese momento, una grúa de la Policía Estatal Preventiva retiraba el camión que bloqueaba la entrada al poblado de unos 2 mil 200 habitantes que en la última semana ha sido teatro de los enfrentamientos armados, como otras comunidades, entre dos organizaciones criminales y por lo mismo, se veía paralizado, con negocios y escuelas cerradas.
Varios agentes de la Policía empezaron a lanzar bombas de gas lacrimógeno y pimienta, lo que provocó que los pobladores se dispersaran. Una joven con un bate desistió en seguir golpeando el escudo de un agente de la Policía.
Al momento que el agrupamiento empezaba a avanzar, un soldado pidió a los vehículos con ametralladora MK que fueran a la vanguardia. «No los traje a ver. Avancen», lanzó otro mando castrense.
Solo así, las tropas avanzaron hacia el centro de la población y a su paso observaron motociclista y bicicletas sobre la tierra y piedras del camino que lleva al pueblo.
Después de 15 minutos que las tropas habían avanzado, un grupo de pobladores ya había tomado la entrada. Entonces, un soldado había alertado que estaban «rodeados» por los pobladores. Varios hombres en motos seguían llegando a la entrada al pueblo, desde otras comunidades.