CIUDAD DE MÉXICO, junio 10 (EL UNIVERSAL).- Lewis Hamilton no deja de estar en boca de todos en medio de los rumores de romance con Shakira. Si bien puede haber causado alguna que otra sorpresa en la conformación de esta pareja, basta con repasar algunas características de Gerard Piqué, ex de la cantante, para sospechar que la colombiana sigue una misma línea.
Una de las principales similitudes entre Hamilton y Gerard Piqué es que ambos son más jóvenes que la cantante. El ex defensor del Barcelona era 10 años menor que Shakira cuando se conocieron en la previa del Mundial de Sudáfrica en 2010. El piloto tiene 38 años y ella cumplió 46 años en febrero, es decir que es 8 años mayor.
Los dos son deportistas. Gerard Piqué dedicó toda su vida al fútbol y se retiró tiempo después de la separación. En su palmarés cuenta el Mundial en Sudáfrica con el que celebró vistiendo los colores de la Selección de España y muchos títulos con el Barcelona FC. En el caso del inglés, el automovilismo es considerado un deporte y el conductor se mantiene en forma.
Los patrimonios millonarios de ambos también son una coincidencia. Es cierto que Shakira tiene tus propios ingresos como cantante valuados en millones de dólares que incluyen propiedades, entre otros bienes. El patrimonio de Gerard Piqué se conoció en medio de la separación y ronda los US$80 millones. Lewis Hamilton supera con mucha amplitud esa cifra porque se estima que su fortuna supera los 334 millones de dólares. Según la revista Forbes, el británico gana alrededor de 67 millones por año, sólo de Mercedes recibe un aproximado de 45 millones de dólares, ya con bonos recibidos.
La vida de lujos es otra de las similitudes entre Piqué y Lewis Hamilton. Coleccionistas de autos de lujo, además suelen darse una buena vida en donde la recreación no se posterga. El propio piloto mostró en la previa del Gran Premio de Mónaco de 2017 cómo se preparaba, en un yate, con mujeres en traje de baño y varias botellas de alcohol.
Sobre el padre de los hijos de Shakira se decía que era habitué de La Traviesa, un famoso bar al que llegaba en taxi e ingresaba por una puerta trasera. Ya dentro se frecuentaba con una mujer, pero había otros futbolistas en la misma situación, por lo que estaba prohibido usar celulares. Finalmente, ambos coquetean con el poder y usan la fama que les dio sus carrera para conseguir lo que quieren.