CIUDAD DE MÉXICO, junio 23 (EL UNIVERSAL).-
El embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, señaló que los esfuerzos contra el tráfico de fentanilo no sólo deben ser entre México y Estados Unidos, sino que debe existir una cooperación a nivel global.
«Las organizaciones criminales que fomentan este daño a la comunidad operan a nivel global. No operan nomás en los Estados Unidos o México, cooperan transnacional. Estas acciones de hoy deberían de decirle al mundo que es un problema global», sostuvo.
Destacó tres acusaciones formales realizadas en Estados Unidos por el tráfico de 200 kilogramos de precursores de fentanilo y subrayó que es una prioridad en la administración del presidente estadounidense, Joe Biden.
«En estas acusaciones son cuatro empresas chinas, que han estado por toda la evidencia que se enseña en las acusaciones, metidos en llevar los precursores a Estados Unidos», señaló.
«Y ocho individuos. Ellos estuvieron trabajando en sus delincuencias con un proyecto de llevar suficiente de los precursores a los Estados Unidos a Nueva York, pasando por Los Angeles también, que tenía la potencia para matar 25 millones de estadounidenses», advirtió.
El embajador aseguró que hay una buena relación con México para coordinar los esfuerzos en contra del tráfico de esta droga, lo que calificó como un momento histórico.
«Tenemos que aprovechar el momento para tener resultados en esto del fentanilo, en el flujo de armas viniendo al sur, la trata de personas y organizaciones criminales», apuntó.
Respecto al nombramiento a Alicia Bárcena como secretaria de Relaciones Exteriores, dijo que ya han tenido comunicación con ella.
«Ese trabajo seguirá sin interrupción y con el esfuerzo fuerte y conjunto de Estados Unidos y México», afirmó.
En cuanto al combate al tráfico de armas hacia México, señaló que nunca antes Estados Unidos había reconocido que tiene responsabilidad en este problema, por lo que también es un momento histórico de la relación bilateral.
Recordó que el año pasado se firmó una ley para determinar como delito grave de tráfico de armas, que ha dado como resultado 100 casos sobre este tema.
Sin embargo, el embajador reconoció que no tienen los votos en el Congreso estadounidense para prohibir ciertos tipos de armas, aunque pueden implementar otras acciones.
«La ley de las armas de Estados Unidos es complicada. La posición del presidente Biden es muy clara: estas armas, que les decimos «assault rifles» (rifle de asalto), a la vista de nosotros, no deberían de permitirse», apuntó.
«Los que venden las armas tienen que ser también responsables para asegurar que no se estén vendiendo esas armas al flujo internacional», enfatizó.