CIUDAD DE MÉXICO, junio 29 (EL UNIVERSAL).-
Especialistas y senadores destacaron la urgencia de legalizar la producción y consumo con fines medicinales de la amapola con el fin de frenar la violencia por el tráfico del uso medicinal del opioide.
Durante la presentación del libro «Regulación de la amapola», Manuel Añorve, coordinador del PRI y organizador del evento, se dijo convencido que la amapola para uso medicinal es una necesidad.
Expuso que países como Turquía, Hungría, Francia e Inglaterra legalizaron la amapola para este propósito y hoy, por ejemplo, Turquía exporta la morfina, lo que le provee de ingresos adicionales.
«Y si logramos la legalización de la amapola para uso medicinal, tenemos muchos resultados, uno de ellos, es ingresos lícitos».
El senador por Guerrero dijo que «en paralelo si logramos el uso medicinal de la amapola vamos a bajar, al igual que la cannabis, índices de inseguridad, (…) ya no la cooptación que se tiene por parte de los narcotraficantes».
Pierre Gaussens, profesor investigador de El Colegio de México, dijo que es necesario abandonar el prohibicionismo que tiene más de 100 años y cambiar el paradigma, es decir, ir por la regularización o legalización de la amapola, que no están a debate, sino buscar el cómo.
Indicó que el prohibicionismo heredado de Estados Unidos ha fracasado, «la guerra contra las drogas ha fracasado y, la ilegalización no hace que la gente deje de drogarse», por lo que insistió en una transición hacia la regularización de ciertas drogas, en este caso, la amapola en sentido terapéutico ante la necesidad que hay de morfina para fines de cuidados paliativos.
Adriana Mure Polo, directora ejecutiva de Elementa, comento que el uso del fentanilo ha provocado un decaimiento de los precios de la heroína y que los cultivadores de la amapola en México tengan que migrar a Estados Unidos para garantizar ingresos a sus familias.
Refirió que a pesar de que nuestro país es el tercer productor de amapola, se siguen importando productos derivados de esta para fines medicinales.
El investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, Alejandro Mohar Betancourt, se pronunció por crear una red de distribución de morfina, cambiar el concepto de prohibicionismo y proteger a los campesinos que cultivan la amapola.
—-México, tercer productor de amapola ilícita en el mundo
Eduardo Ramírez, coordinador de Morena en el Senado, que el cultivo de esta planta impacta en la inseguridad y en el tejido social de las comunidades en México, porque regularmente los sembradíos no se hacen en las cabeceras municipales sino en los núcleos ejidales.
Este problema, señaló, lo padecen estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Durango y otros.
Destacó que México es el tercer productor de amapola ilícita en el mundo, sólo después de Afganistán y Birmania y no está autorizada por la Junta Internacionalización de Fiscalización de Estupefacientes para producirla legalmente con fines médicos.
«Es que aun cuando se cultivan alrededor de 30 mil hectáreas de amapola en el país, hay un desabasto significativo de medicamentos derivados principalmente opioides como la morfina o la oxicodona. Más de 500 mil personas en México requieren cuidados paliativos contra el dolor, de ellos menos de la mitad los reciben y no en la cantidad que lo necesitan, esto quiere decir que la gente está sintiendo dolor, familiares nuestros y se están muriendo de dolor, que eso es lo más grave. Entonces si es un tema que debemos de reflexionar a profundidad en su legalización medicinal y yo soy más atrevido todavía, hay que ir más allá, seguramente puede ser objeto de crítica, pero tenemos que resolver de fondo los problemas».