Con información de Prueba en Contrario
Gravísima denuncia hace una paciente, Alma, pues en el hospital MAC Sur le aplicaron medicamento oncológico apócrifo, lo que le pudo costar la vida.
El caso ya es investigado por la Fiscalía General, pues a la paciente le aplicaron, en 34 sesiones, un medicamento falso de inmunoterapia y quimioterapia, Herceptin, el cual cuenta con una alerta sanitaria de la Cofepris.
La señora Alma platica esta historia que pudo terminar trágicamente, pues además de padecer cáncer de mama, estuvo en riesgo por una serie de errores que se cometieron en el Hospital MAC (Médica Avanzada Contigo).
Pero el caso pudo haber sido peor, pues habrían sido dos pacientes las que recibieron el medicamento falso; cabe destacar que Alma, una de las víctimas, fue requerida por el Ministerio Público Federal para presentarse como testigo en el gravísimo hecho.
Alma narra cómo se desarrolló el asunto que la pudo haber matado, y reconoce que desde el primer momento en que fue al Hospital MAC Sur todo pintaba mal; ella llegó ahí acompañada por una enfermera particular, pues así se lo recomendó su médico oncólogo, quien tomó precauciones y le sugirió a la señora Alma que fuera acompañada de una enfermera, Elvia, capacitada para la aplicación en el manejo de los medicamentos y para que se cerciorara si el fármaco que le iban a administrar fuera bueno, por lo que el oncólogo no se arriesgó a enviarla sola.
Y aquí empezaron los problemas, pues ni siquiera dejaban entrar a su enfermera y exigían que fuera personal del mismo nosocomio quien le aplicara el medicamento, pero Elvia, al hacerles notar que portaba un catéter y que la quimioterapia se la tenían que aplicar en él, vencieron toda la resistencia, pues admitieron que su personal no estaba capacitado para ese procedimiento, por lo que entonces sí dejaron ingresar a Elvia, la enfermera particular, quien se dio cuenta que el personal de MAC no sabía manejar el catéter, pero tampoco tenían idea del uso del medicamento de la quimioterapia, pues tiene un proceso especial, como prepararlo en un cuarto obscuro, con cubrebocas, guantes, caretas, lentes, y las enfermeras de MAC pensaban que se aplicaba como una simple inyección.
De hecho Elvia enseñó al personal del hospital privado a preparar y suministrar el medicamento, que por cierto, lo proveía el mismo nosocomio a través de su farmacia, aunque en el transcurso de las posteriores investigaciones lo negaron, por lo que Alma, la paciente, enfatizó que el fármaco salía de ahí mismo, de MAC, y el personal se lo entregaba a Elvia, quien por cierto también les enseñó a administrar el medicamento a otra paciente, la señora Gina, quien también utilizaba catéter.
El personal de MAC, que evidentemente no estaba capacitado, estuvo a punto de cometer otro garrafal error, pues se confundieron e iban a administrar los medicamentos equivocados a Elvia y Gina, quienes tienen diferentes tipos de cáncer, pero se dieron cuenta porque Gina preguntó qué le iban a poner y al informarle, reclamó que ese no era para ella, sino para Elvia, quien le preguntó a su médico tratante qué hubiera pasado si le ponían diferente medicamento y sumamente enojado por el error, le comentó que él conocía a una persona que en su última quimioterapia le aplicaron una diferente y le afectaron el riñón para siempre.
Entonces Elvia se cuestionó “¿en manos de quién estoy?”, lo que la tenía en un estado de preocupación total, además de que se dio cuenta que las bombas que administran la quimio no funcionaban aunque a ella le cobraban la renta por hora en 900 pesos y Elvia, su enfermera, las tenía que cambiar.
El colmo vino cuando su oncólogo le comentó que de MAC le llamaron a él para preguntarle si su paciente Alma podía cambiar su cita de lunes al día jueves, porque le confesaron al galeno que iban a hacer una auditoría y se iban a dar cuenta de que no tenían personal calificado ni instalaciones adecuadas, por lo que el médico inmediatamente se lo reportó a Alma.
Lo que vino después la asustó, pues casa por casa la buscaron agentes armados de la Fiscalía, como si ella fuera la mamá del “Chapo” Guzmán, dice, como si fuera una delincuente, pero lo que pasaba es que la trataban de localizar de manera urgente para dejarle un citatorio.
Al acudir a las instalaciones de la FGR lo primero que le dicen es que está citada porque hay una investigación abierta en contra del Hospital MAC porque le pusieron medicamentos apócrifos, lo que la puso mal de salud pues al asustarse le subió la presión a niveles peligrosos y que derivaron en una hipertensión arterial.
Alma finaliza la historia lamentándose porque dice que en MAC todo lo malo le pasó, desde que la trataron mal, negarle la entrada a su enfermera, aplicarle medicamento falso al triple de precio y lo que más le asombra es que esto haya ocurrido en un hospital privado aparentemente de renombre.
Por cierto, su primer tratamiento en MAC, sin cirugías, le costó 3 millones de pesos, y las quimioterapias su médico se las cotizó a 62 mil pesos y en el hospital se las cobraron a 130 mil, más del doble, pero pudo haber sido peor, le pudo costar la vida.