CIUDAD DE MÉXICO, agosto 8 (EL UNIVERSAL).-
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta, comparó a quienes proponen quemar o destruir los nuevos libros de texto de la SEP con los nazis o fascistas, así como rechazó que se promueva el comunismo sino se impulsa «la organización comunitaria».
«Creo que es un tema muy delicado que se pretendan rutas como quemar los libros, quemar los libros o no entregar los libros, me recuerda a la Alemania nazi, al fascismo de la Segunda Guerra Mundial, cuando llegaban los nazis a Polonia, o a Francia, o a Dinamarca y llegaban a las bibliotecas o en el propio Estado alemán, llegaban a las bibliotecas y sacaban los libros judíos y los quemaban, pareciera que esa es una postura fascista».
En rueda de prensa en el Senado, aseguró que más de 300 mil maestros participaron en asambleas organizadas para la definición de los nuevos libros de texto gratuitos y esto «rompe con el comentario de que los libros de texto son una idea del presidente de la República».
Consideró que proponer que «arranquen las hojas, que se entregue a un chico un libro, que se queme un libro son posiciones fascistas».
El senador de Morena dijo que cuando gobernó la derecha a México se utilizó a la Secretaría de Educación Pública para ponderar en los libros de texto en la materia historia «el periodo monárquico de Maximiliano, minimizando a Lerdo de Tejada y a Benito Juárez y desde luego de ponderaba la tarea de Iturbide como héroe nacional, cuando él impulsó la monarquía en nuestro país».
Indicó que los propios maestros han señalado que «todos los libros de Ciencias Sociales, de Educación, de Humanidades, tienen una carga ideológica, todos. Todos los libros cuando abordan un tema histórico están fundamentados en los compromisos que tiene el país con la pedagogía global».
Armenta, agregó que incluso atreverse a decir que los nuevos textos promueven el comunismo, pues es una «aberración mayor».
Afirmó que los conservadores confunden la organización comunitaria con el comunismo, porque la primera versa sobre el rescate del tejido social.
Insistió que confundir comunismo con organización comunitaria es «muy grave» y sólo refleja ignorancia en quienes sólo tienen sesgos ideológicos, porque «no hay semilla del comunismo en los libros de texto».