Jesús Maya podría irse a huelga de hambre de un momento a otro luego de ser víctima de intimidaciones por personal de la Dirección de Regulación Sanitaria del ISSEA de clausurarle el albergue para migrantes en Jesús María por tener a 14 centroamericanos refugiándose de la lluvia.
Maya ha hecho lo posible para tratar de cumplir con lo requerido para mantener abierto el lugar, sin embargo, personal del ISSEA lo amenaza con cerrarle en cualquier momento.
“Me han hablado por teléfono que me van a clausurar porque tengo a migrantes que ya estaban aquí y no se han ido. Pero yo les digo que estoy arreglando el albergue con lo que me pidieron, aunque sí una cosa, no puedo cumplir con el médico, no tengo dinero para pagarlo”.
Esa fue una de las advertencias: tener un médico de cabecera y dos consultorios, uno para el mismo médico y otro para un psicólogo; ademas, le piden tener un espacio sólo para 40 personas.
“En tanto la energía eléctrica era el problema principal, pero ya se está resolviendo. Me están ayudando para restablecer el servicio y no tengo dinero para mejorar las condiciones, pero con lo que puedo lo quiero hacer. Quiero ayudar a la gente, pero me intimidan para que no lo haga”, dijo Maya.
Para el propietario del lugar, antes convertido en un bar, cumplirá con lo exigido por la Dirección de Regulación Sanitaria y la Coordinación de Protección Civil, pero ha sido un problema serio no recibir a más migrantes, pues cada día llegan decenas, aseguró el ex-regidor por el Partido Verde Ecologista.
Ahora estas personas cuando llegan a buscar un refugio no pueden entrar a descansar. Algunos deciden mejor dormir en la banqueta y otros mejor se van a atajar de la lluvia debajo de un puente vehicular.