CIUDAD DE MÉXICO, agosto 25 (EL UNIVERSAL).-
Este viernes se produjo una de las Asambleas Extraordinarias que quedarán grabadas en la historia del futbol español. Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Futbol, en medio del escándalo que protagonizó por darle un beso a una jugadora en una final de la Copa del Mundo y sujetarse los genitales a modo de festejo, entre otras cosas, subió al estrado y en tres ocasiones expresó:
«No voy a dimitir», de la mano de un: «¿Por qué voy a hacerlo, si he hecho la mejor gestión en la historia del futbol español? ¿Es tan grave para que yo me vaya?».
Así, Rubiales se lavó las manos ante los aplausos de Jorge Vilda, seleccionador español femenil, y Luis de la Fuente, entrenador del equipo varonil.
«Ella me acercó a su cuerpo, me levantó. Le dije que sin ella no hubiéramos ganado el Mundial. Me dijo ‘eres un crack’. Le pregunté: ¿un piquito? Y ella aceptó, eso fue lo que pasó», declaró Rubiales a modo de explicar y justificar su actuar.
Asimismo, Rubiales apuntó contra el «falso feminismo», al cual acusó como el motivo principal de una «persecución en su contra».
«El deseo que podía tener en ese beso es el mismo que podría tener dándole un beso a una de mis hijas. Por lo tanto, no hay deseo ni posición de dominio. Eso, toda la gente lo comprende. Aunque se esté vendiendo otra cosa en muchos de los medios», agregó.
«Yo estoy diciendo la verdad. Hijas, apréndanlo. Ustedes si son feministas de verdad, no como el falso feminismo que hay por ahí», sentenció.