El aborto es un tema de derecho y no de religión, “si las y los diputados tienen sus creencias, adelante, pero el Estado se rige a partir de las leyes que se encuentran dentro de la Constitución”, manifestó Angélica Contreras, integrante del Colectivo Cultivando Género.
Por lo anterior las feministas le exigirán al Congreso del Estado que realice las modificaciones de los artículos 101, 102 y 103 del Código Penal del Estado de Aguascalientes, “que ya se los están poniendo como un mandato y de manera obligatoria por parte de la máxima instancia”, insistió la activista.
En este sentido agregó que la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación le dijo a Aguascalientes que es inconstitucional penalizar el aborto y defender la vida desde la concepción, por lo que era necesario la realización de una serie de reformas a la ley de salud, modificación al presupuesto, la objeción de conciencias, realización de protocolos y capacitación.
Por otro lado apuntó que existe personal médico que vela por los derechos de las mujeres y personas gestantes, y el Colegio de Médicos no puede estar generalizando de que los profesionales en la salud no se prestarán a la realización de la práctica del aborto y el Estado está obligado a contar con personal médico no objetor de conciencia dentro de sus hospitales, independientemente de que algunos miembros del Colegio de estos profesionistas de la salud no estén de acuerdo.
Así mismo, la feminista señaló desconocer si con la despenalización del aborto se vaya a incrementar el número de la interrupción de embarazos, ya que esto es una realidad y se ha practicado desde mucho tiempo en Aguascalientes, por lo que las mujeres y personas gestantes lo han hecho y lo seguirán haciendo.
Reiteró que el asunto va más allá de una penalización y que se abra una carpeta de investigación por aborto, ya que también se debe voltear a ver el aspecto social al no respetar la decisión de las personas y no obligar.
Y por último hizo el llamado al Colegio de Médicos que dicen que la medicina está hecha para salvar vidas, entonces deberían de tener un posicionamiento firme del personal médico para erradicar las prácticas de violencia gineco-obstétrica con los comentarios ofensivos que estigmatizan a las mujeres que darán a luz.