CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 6 (EL UNIVERSAL).- Con una playera de tirantes de Peso Pluma y con el sonido de unas violas acompañadas de un par de contrabajos y el sonido envolvente de la batería Post Malone salió al escenario en lo que fue su primera vez en México, abriendo con la canción «Better Now», que interpretó brincando de un lado a otro, entre fuegos artificiales y lanza llamas que salían desde la tarima.
El público respondió a su aparición igualmente brincando para hacer comunión con el neoyorkino, para hacer que se sintiera como en casa, pero el gesto eufórico no fue suficiente para sus seguidores, que apenas en su segunda canción ya le habían aventado todo tipo de obsequios, que Posty, como suelen llamarle levantó de la tarima, para presumirlos uno por uno.
Entre los regalos hubo un collar con forma de girasol, otro con la bandera de México, una, después dos, y hasta tres banderas tricolor todas se las colgó en el cuerpo, junto a un sombrero charro que decidió usar como los colguijes y las pulseras que le habían lanzado. Y no podía faltar el doctor Simi, que con trazos un plumón permanente simuló los tatuajes que Malone lleva hasta en los pómulos.
«Psycho», fue la canción que, como su título menciona, comenzó a desatar la intensidad y agresividad del cantante, no solo por su forma de interpretar las canciones, sino por la manera que tiene para moverse en el escenario, dando giros sobre sí mismo, brincando, dando patadas al aire, y acercándose mucho, muchísimo a su público.
En ocasiones se desgarró la garganta, como si en vez de pop o trap, cantara en algunos coros como si fuese death metal, con guturales similares a un grunt que desgarra hasta los oídos de los fanáticos, que respondían igualmente con gritos y aplausos a la entrega del norteamericano. Después de 7 canciones, entre ellas «Goodbyes», «Mourning», «I like you», «Take what you want», Malone ya se había quitado la playera de Peso Pluma, para mostrar más a profundidad su identidad con algo que cubre su piel de forma permanente, sus tatuajes, que abarcan desde distintos tipos de armas, hasta el rostro de John F. Kenedy, que muestra su postura a favor de la segunda enmienda (posesión de armas en Estados Unidos) y su postura política a favor del 35 presidente del país de las barras y las estrellas.
Pero también el rostro de Cristo posa en uno de sus pectorales, y lo que parece ser el diablo en el otro, el rostro no se libra de tinta, donde lleva un as de picas, alambre de púas tatuado en la frente y dos palabras debajo de cada ojo «Always» (siempre), debajo del derecho «Tired» (cansado), debajo del izquierdo.
Pero esa oración no quedó demostrada durante el concierto pues lejos de estar cansado Posty lució enérgico, más cuando al sonido del Foro Sol llegaron a sonar las letras de «Over Now» y «Rockstar», dos canciones de trap con las que nuevamente sacó a relucir sus mejores movimientos, movimientos de cadera, y caminatas de un lado a otro como si de una pasarela de moda se tratara, mirando entre risas a su público.
—-Post Malone le agradece a México
«Muchas gracias México», dijo en español, y fue suficiente para que el grito de su público se hiciera sentir, «Gracias de verdad, por todo el apoyo, por toda la paciencia que tuvieron para verme aquí el día de hoy, esto es una gran maldita energía México, gracias», gritó Malone haciendo con ambas manos un corazón para su gente.
Después de ese discurso Malone alzó el soporte de su micrófono y lo dejó caer contra la tarima, el público comenzó a gritarle «!Mala copa, mala copa¡» pero pronto se dieron cuenta de lo que intentaba hacer, que al dejarlo caer se mantuviera de pie, y lo logró ante el grito de «!Posty, Posty, Posty», que hacía que Malone bailara perreando como si fuese un coro de reggaeton.
Siguieron las canciones «Stay», y «Feeling Whitney», con la que el público prendió las luces de sus celulares, sin la petición del cantante de que el público lo hiciera, como otros artistas suelen pedir al público, surgió espontáneo el acto mientras Malone cantaba, solo él y su guitarra. Subió a un fan a cantar junto a él, ante el grito del público de «!Si se pudo, sí se pudo¡», e incluso Posty le permitió acompañarlo en la guitarra, y el fan sorprendió a los fans tocando una canción completa junto al trapero.
Para «I fall apart» y «Circles», la entrega de Malone fue desmedida, gritó, cantó, se desplazó en el escenario en todos sentidos, subió, bajó de él, y en los coros de ambos temas terminó en el suelo de la tarima junto al micrófono, cantando, con los ojos cerrados, sintiendo la música, moviendo las piernas y brazos, como si algo lo molestara por dentro, o como si la música llegara a sus entrañas.
«México antes de continuar quiero decirles, sigan sus sueños, sigan todo lo que quieran en la vida, busquen y persigan todo lo que quieran, porque lo pueden lograr y nunca dejen que nadie les diga lo contrario», expresó Post Malone, antes de interpretar «Congratulations», donde describe el orgullo que su madre ha sentido al verlo llegar a donde ha llegado con su música.
Se despidió, pero solo fue un falso final, volvió para cantar sus últimos tres temas de la noche, después de casi una hora y treinta minutos de concierto, «Broken Whiskey Glass», «Sunflower», y finalmente «Chemical», despidieron al artista que aún después de parar y agradecer a su público tomó el tiempo, junto a sus guardaespaldas, de bajar a regalar autógrafos, y fotos a sus fans. El neoyorkino se despide así de Latinoamérica, donde pasó por Brasil, Chile, y México ahora continuará su gira en Asia y después con 6 fechas en Australia.