Estalló la noche de ayer la crisis migratoria en Aguascalientes, provocando que miles de extranjeros en tránsito hacia el norte del país quedaran varados en los municipios de San Francisco de los Romo y Cosío al resistirse a ser bajados por la fuerza de los trenes cargueros por agentes del Instituto Nacional de Migración que recibieron la orden de cortar su marcha a bordo de las unidades del ferrocarril.
Son alrededor de 5 mil los migrantes de diversas nacionalidades, principalmente centroamericanos y sudamericanos los que amanecieron en el territorio estatal y sin saber lo que la suerte les depara debido a que muchos de ellos fueron separados de sus familias y además advertidos que los trenes no rodarán mientras haya personas indocumentadas abordo, toda vez que en los lugares de destino y en la frontera se dio la orden de recibir únicamente trenes libres de extranjeros en trayecto.
La situación se tornó tensa, primero en el cruce conocido como Punta, en territorio de Cosío, luego que desde temprana hora de ayer sábado quedó varado un tren fierrero procedente de Guadalajara y en el que viajaban de manera irregular cerca de mil indocumentados, las cuales se negaron a desocupar las unidades del ferrocarril al saber que ya no se les permitiría volver a abordarlas para reanudar su viaje.
La resistencia de los migrantes obligó a los pocos agentes de Migración y de la Guardia Nacional a tratar de convencerlos por las buenas de que descendieran, pero no tuvieron éxito y se recurrió a la táctica de cansarlos con la demora en la reanudación de la marcha del tren con la esperanza de que desalojaran las unidades.
Por la noche, al filo de las 21:00 horas y procedente del puerto de Manzanillo arribó a la Estación de Chicalote otro tren con más de 3,500 migrantes centroamericanos a bordo, por lo que no se permitió el ingreso de la mole de acero a los patios ferroviarios mientras llegaban las autoridades y elementos del Instituto Nacional de Migración para encabezar el operativo de desalojo.
En la espera y ante la necesidad de agua y alimento, hombres descendieron de las unidades del ferrocarril para recibir el apoyo humanitario de la gente, pero esa necesidad fue aprovechada por los agentes de Migración para tratar de impedirles el retorno con los suyos, provocando discusiones que por momento subieron de tono e hicieron que apareciera el riesgo de que hubiera conatos de bronca.
El operativo que desplegaron de manera conjunta los agentes de Migración y Guardia Nacional contó con el apoyo de un nutrido grupo de agentes foráneos, aunque el número de los mismos hacía imposible que se pudiera controlar y obligar a los migrantes a descender de las unidades del tren metalero, por lo que la gente permaneció abordo durante varias horas en tanto se daba la salida del kilométrico convoy ferroviario.
“El problema de los migrantes se salió de control y ahora el riesgo es de que pueda aparecer la violencia en cualquier momento, pues la gente difícilmente va a dejar de utilizar los trenes para su movilidad, por lo que el Gobierno Federal tendrá que hacer algo y urgente, pues también en diversos puntos fronterizos y en otras ciudades del país con presencia del ferrocarril se estima que hay más de 200 mil migrantes varados y sin saber cuál será finalmente su destino y su suerte”, mencionaron tripulantes del tren que llegó la noche de ayer a San Francisco de los Romo con miles de personas abordo.