Pekín, 18 oct (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó hoy el ataque contra el hospital del norte de la Franja de Gaza, en el que se han reportado cientos de muertos y heridos por un bombardeo cuya autoría no reconocen ni Hamás ni Israel.
«Estoy horrorizado por los cientos de personas que han muerto en el ataque al hospital al-Ahli en Gaza, el cual condeno, y pido un alto el fuego humanitario de inmediato para aliviar el sufrimiento humano que estamos presenciando. Muchas vidas y el destino de la región penden de un hilo», afirmó Guterres durante su intervención en un foro internacional en Pekín.
El secretario general de la ONU apuntó que, aunque entiende el profundo agravio histórico que sienten los palestinos, «esto no puede justificar actos de terror», de la misma manera que «tampoco se puede justificar el castigo colectivo» contra el pueblo palestino.
El político portugués ha sido una de las voces más destacadas en pedir a Israel que abra la Franja de Gaza para permitir el paso de la ayuda humanitaria.
«He hecho dos llamamientos, y cada uno de ellos es válido por sí mismo. No deberían convertirse en monedas de cambio y deberían ponerse en marcha por sí mismos, porque es lo correcto. Mi mensaje es tanto a Hamás como a Israel, para que los primeros liberen a los rehenes que tienen secuestrados y para que los segundos permitan la llegada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza», afirmó.
El enclave, donde viven más de dos millones de personas, se encuentra totalmente bloqueado desde el 7 de octubre, sometido a constantes bombardeos por parte de las fuerzas israelíes y en vilo por la posibilidad de una invasión terrestre por parte de Israel, que se ha negado a permitir la entrada de ayuda humanitaria hasta que no sean liberados los rehenes de Hamás.
«Hay que responder a las necesidades más básicas de la gente de Gaza, entre los que se encuentran una mayoría de mujeres y niños», afirmó.
Guterres calificó la situación como «una catástrofe», aseguró que la región está «al borde del precipicio». EFE