Luego de la Estafa Ponzi, de la cual fue víctima la Universidad Autónoma de Aguascalientes por haberse firmado documentos financieros cuya inversión inicial fue de 200 millones de pesos, que hasta el momento están perdidos y los cuales estaban enfocados en el plan de contingencias para la institución, para fortuna no era todo el dinero existente para ese fin, sino que quedaron disponibles alrededor de 50 millones de pesos, reveló el presidente de la Asociación de Catedráticos de la UAA, Jorge Rangel Magdaleno.
“Según lo que nos comentan es que la Universidad tiene disponibles entre 40 y 50 millones de pesos para atender cualquier modalidad de contingencia sucedida dentro de la Máxima Casa de Estudios”.
De los 200 millones de pesos invertidos en la casa de bolsa CORAFI, la casa de papel como le llaman algunos porque nunca tuvo un registro fiscal, y de paso los bancos la avalaban como institución legalmente establecida para realizar sus operaciones financieras ante sus clientes, sólo se generaron 13 millones de pesos en tres años. Pero ni los intereses ni el capital aparecen como reembolso.
Por lo pronto, ahora la UAA, luego de contar con ese capital, sólo tiene alrededor de 50 millones de pesos para hacerle frente a cualquier momento inesperado, como un fenómeno natural, que sucediera algún incidente que requiera reparar los daños, o bien, que ocurriera algo inesperado en contra de la institución.
Ahora estos recursos disponibles están a reserva de ser utilizados de manera honesta luego de los señalamientos acusando al personal del Departamento de Análisis Financiero de Rectoría de haber sido los causantes de firmar la inversión a plazos fijos y obtener rendimiento el capital.
Mientras tanto, nadie se atreverá a utilizar ni un peso de ese monto, salvo decisión de la Fiscalía Anticorrupción, quien ya tomó cuenta de la existencia de ese recurso para evitar ser tocado hasta en tanto no se concluya la investigación en proceso.