CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 26 (EL UNIVERSAL).- Mientras que a Jorge Salinas le causa ilusión organizar una segunda boda, Elizabeth Álvarez no guarda la compostura al detonar que es una idea que no le agrada, pues para la actriz, la ceremonia nupcial se vive una vez y ella ya la disfrutó, hace 12 años, cuando se dieron el «sí» en la Hacienda San Agustín, en Puebla, donde se enamoraron años antes, mientras grababan la telenovela «Fuego en la sangre»
Hace menos de un año, la pareja atravesó uno de los escándalos más fuerte que ha tenido que enfrentar desde que comenzó su relación en 2009, pues luego de más de una década de que el actor no estuviera involucrado en historias de infidelidad, se dio a conocer que había engañado a Elizabeth con su nutrióloga, la doctora Ana Paula Castillo, con la que fue captado besándose fuera de su automóvil.
A pesar de que fue la propia doctora quien contó a los medios cómo había sido el cortejo que recibió por parte del actor, bastaron sólo un par de días para que Álvarez hablara públicamente de que la relación su marido continuaba, al igual que su amor y la unión familiar, pues en 2015, la pareja dio la bienvenida a sus mellizos, Máxima y León.
Y ahora, a pocos meses de que se cumpla un año de aquel escándalo, la pareja fue captada muy unida durante un evento de la revista «GQ», en el que ambos se detuvieron para conversar con la prensa muy armoniosamente, pues cuando la noticia se dio a conocer a medios, en enero de este año, Salinas trató de evitar los cuestionamientos de la prensa y hasta llegó a tener problemas por referirse a un grupo de reporteros como «mugrosos».
Pero ahora, el actor no sólo contestó pacíficamente, sino que reconoció que a él si le gustaría celebrar otra boda junto a Álvarez, confesión que desencajó a la actriz que, a su vez, no parecía muy emocionada con el planteamiento que la prensa les hizo, acerca de si llevaría a cabo una ceremonia que renueve su amor.
«Yo sí, una boda donde celebremos que estamos sanos y ¿por qué no?, presumir al mundo este amor tan bonito, yo sí, yo sí lo haría», destacó el actor.
Pero mientras Salinas exponía su argumento, la risa se apoderaba de Álvarez, y el actor proseguía declarando que, a pesar de tener toda la disposición para llevar una ceremonial de tal simbolismo, todavía podían esperar unos años, pues sus hijos siguen siendo muy pequeños.
El gesto de la actriz no pasó desapercibido por la prensa que no dudo en cuestionarla por qué no parecía tan convencida como su marido, a lo que ella contestó que no lo veía necesario, pues ellos ya habían vivido su boda y el momento de decirse sí frente al altar, por lo que prefería contemplar como otras personas se casan.
«Mira, yo creo que podemos hacer una fiesta sí y celebrarlo, que nuestros hijos lo puedan disfrutar porque no estuvieron en nuestra boda, evidentemente, pero yo pienso cuando voy a las bodas y me da tanto gusto ver esa emoción, que yo ya tuve mi boda, que no se sí otra boda… más bien, una celebración de amor sí la tendríamos», destacó.
Jorge comenzó a pretender a Elizabeth en 2008, cuando compartieron reparto en la telenovela «Fuego en la sangre», sin embargo, la actriz le dio largas, pues quería que su relación se diera fuera de los sets, ya que soñaba con tener algo serio con el actor, por lo que no salieron sino hasta meses después de que acabar las grabaciones del melodrama y, dos años más tarde, se casaron en la misma hacienda que sirvió de locación de aquella producción.