Por Erick Cortés.- El gobierno Ruso declaró ilegales y prohibió todas las actividades del movimiento LGBTI en el país, tras considerarlo una organización extremista.
La prohibición, que entrará en vigor el 10 de enero de 2024, vuelve ilícitas todas las formas de activismo, tanto en las calles como en las redes sociales, así como la propaganda o cualquier actividad que tenga como propósito generar interés o animar a otros a integrarse a las filas del movimiento.
El fallo del Tribunal Supremo también prohíbe publicar contenidos que hagan referencia al mundo lésbico-gay, o que promuevan públicamente todo tipo de relaciones no heterosexuales, lo que ha generado una ola de protestas por parte de activistas que acusan al Kremlin de violar su propia constitución, que define a Rusia como un estado laico.
Los inconformes también señalan que el régimen busca inculcar una incompatibilidad entre los valores familiares tradicionales y dicho movimiento.
La medida, sin embargo, no prohíbe las actividades homosexuales en la vida privada de sus ciudadanos, pero sí condena quienes interactúen con estos colectivos aún sin pertenecer a ellos, pues se les ha señalado de tener “tendencias extremistas e incitar al odio social y religioso”.
Las penas más duras, de hasta diez años de cárcel, serían para quienes lideren u organicen cualquier actividad del movimiento LGBTI.
Al respecto, la organización Amnistía Internacional se pronunció advirtiendo que las consecuencias pueden ser graves, pues “se corre el riesgo de legitimar un nivel completamente nuevo de violencia contra las personas LGBTI en toda Rusia”.
Esta legislación no es la primera que afecta a la comunidad LGBTI en el país. En años anteriores se habían prohibido los libros y las películas que tuvieran contenido homosexual, las operaciones quirúrgicas de cambio de sexo y se modificó la constitución para dar reconocimiento legal únicamente a los matrimonios entre un hombre y una mujer.