CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 4 (EL UNIVERSAL).-
«Todos somos responsables de lo ocurrido en Nuevo León», afirmó el senador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, en relación con la crisis desatada por la licencia solicitada por el gobernador Samuel García para separarse del cargo.
Entrevistado a su llegada al Congreso de MC, el coordinador de los senadores de la bancada naranja y representante del Grupo Jalisco aclaró que no hay perfiles vetados para la candidatura a la Presidencia de la República.
Dijo que MC debe hacer una revisión de las cosas que se hicieron bien y las cosas que se hicieron mal, «pero el proceso electoral formalmente todavía no empieza. Movimiento Ciudadano está firme, está vivo y aquí vamos a estar haciendo cada uno lo que nos toca».
Clemente Castañeda puntualizó que hasta ahora no hay una decisión tomada en torno a la candidatura presidencial, pero sostuvo que este es un buen momento para reabrir el diálogo interno en MC.
«No quisiera poner nombres. No encartar ni descartar a nadie. Naturalmente es una situación complicada la que estamos viviendo y creo que en este momento lo que debe de imperar es la razón, la unidad y sobre todo la convicción de lo que hicimos estás últimas semanas fue abrir el ostión, abrir el sistema político mexicano y hoy Movimiento Ciudadano ocupa un lugar importante en la discusión nacional y sería un error desaprovechar ese vuelo, ese empuje y eso que hemos ganado», enfatizó.
El líder de la bancada naranja en el Senado apuntó que no debe haber duda de que Movimiento Ciudadano competirá en las elecciones presidenciales y aprovechará el vuelo que había tomado con Samuel García, a quien dijo, la vieja política no lo dejo pasar.
«Cuando se trata de la lucha por el poder, a nadie le ponen una alfombra roja, al contrario, la vieja política está muy preocupada por lo que ha hecho Movimiento Ciudadano», recalcó.
Reconoció que el partido está en desventaja «porque vamos a perder un momento fundamental en la precampaña, pero estamos en perfectas condiciones de ponernos de acuerdo muy pronto y hacer un proceso interno adecuado y sobre todo a la altura de lo que está demandando México, que es una expresión de corte social demócrata, ciudadana, abierta, joven y fresca, que -por cierto- ya le estaba sacando un gran susto a la vieja política».