Carmen Dena se vio obligada a renunciar como presidenta de la agrupación de Mujeres Empresarias (MEMAC), luego de que la mayoría de las socias se rebelaron por el proceso amañado para su elección.
De hecho, por voz de varias socias del organismo empresarial, penosamente se vino abajo con la desbandada de un poco más de 30 afiliadas, dejando a MEMAC en la desolación y con el barco casi hundido, que lamentablemente durante la gestión de Érika Muñoz Vidrio se pudo consolidar y crecer con 82 agremiadas.
Por lo que ayer durante la asamblea de socias, la recién “electa” Carmen Dena Escalera, haciendo honor a su nombre, se bajó del cargo señalando que luego del ambiente de incertidumbre, decidió solicitar al Consejo de Honor y Justicia revisar el proceso para confirmar todo lo que en su momento las inconformes aspirantes a la presidencia declararon.
Durante su intervención en la asamblea dijo que las pasadas elecciones sacaron lo peor de cada una de las agremiadas, provocando realizar cosas incorrectas; “no está padre que hablen de ti en los pasillos y tampoco saber que alguien se salga del organismo, que se desprestigie a la institución que te hizo ser quien hoy eres”.
Por lo anterior manifestó que en su momento no entendía la razón por la cual se contraponían a que ella fuera la presidenta legítima de MEMAC, por lo cual se asesoró con un abogado corporativista.
En este sentido Carmen Dena Escalera reconoció que de una vez que el abogado revisó todos los estatutos y el proceso de elección, detectó que efectivamente había una situación involuntaria por parte del Comité de Honor y Justicia, que fungió como electoral en aquel entonces.
Además indicó que al saber cómo se habían dado las cosas durante su elección, no podía omitirlas, señalando que “si este proceso que se realizó no fue correcto y no tuvo lo necesario para que fuera legal, no puedo estar con esa conciencia y con esa situación de saber que hay algo mal”.
Ahora, el Comité de Honor y Justicia llevará a cabo una convocatoria para una nueva elección.