CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 25 (EL UNIVERSAL).-
Uno de los máximos comediantes de todos los tiempos es Charles Chaplin, un ícono en el cine mudo, quien ha encantado al público a través de las películas que no sólo protagonizó, sino que financió escribió, dirigió, produjo, editó, así como también fue compositor de las bandas sonoras.
Aunque frente a pantalla hacía reír, su vida real no fue tan alegre debido a las distintas dificultades que le enfrentó la vida, pues desde los 10 años se las tuvo que arreglar por él mismo, junto con su hermano Sydney, debido a la prematura muerte de su padre y la enfermedad de su madre.
Charles Spencer Chaplin, su nombre completo, nació en Londres, Inglaterra el 16 de abril de 1889 y murió el 25 de diciembre de 1977 mientras dormía, aunque irónicamente odiaba la Navidad, pues era una fecha que no le gustaba celebrar.
La razón se debe a que las fiestas navideñas lo remontaban a la época en que vivió grandes carencias, durante su niñez, por eso prefería evitar cualquier tipo de festejo, pues eso lo entristecía.
Este tema lo abordó el actor en su autobiografía, donde relató lo que sentía cada Navidad, por ejemplo, contó que en una ocasión de sentó en un asiento de una escuela para llorar, recordó cómo en su infancia entró a un comedor para la cena de Noche Buenas y sólo le dieron dos naranjas y una bolsa de dulces.
Sobre este asunto, su hijo Michael también habló y confirmó la incomodidad del humorista hacia esta fecha, diciendo que la Navidad era demasiado comercializada.
«Realmente lo deprimió. Mi madre siempre ponía un gran árbol en la casa y lo rodeábamos de regalos bellamente envueltos, mientras que mi padre se ponía taciturno y se quejaba de la comercialización de la Navidad, le recordó su dura infancia, cuando no tenía regalos, ni árboles», expresó Michael, de acuerdo con «The Economic Times».
La demencia senil se apoderó de él en sus últimos años; llegó un momento en que ya no podía moverse, ni hablar, hasta que en septiembre de 1977 realizó su última aparición pública.
Tras su muerte ocurrió una desgracia, pues el 1 de marzo de 1978 unos mecánicos se robaron su cadáver de un cementerio ubicado en un pueblo suizo, para extorsionar a sus familiares, aunque varias semanas después fueron detenidos y se recuperaron sus restos que fueron nuevamente enterrados.