Por Erick Cortés.- Un adorno para la Exposición Universal de París de 1989, y posteriormente, una antena de telecomunicaciones durante la segunda guerra mundial, fueron los usos que la gran estructura de hierro forjado de 324 metros tuvo antes de convertirse en en el símbolo icónico de la capital francesa y en uno de los lugares más visitados del mundo.
Al cierre del 2023, justo en la temporada alta de turismo, una huelga de los trabajadores de la empresa que opera la Torre Eiffel obligó a cerrar el monumento justo cuando se cumple el centenario de la muerte de su creador, el arquitecto Gustave Eiffel.
Los empleados señalan lo que consideran “un modelo insostenible” en la gestión económica y organizativa del monumento, lo que incluye tratar de recibir a un número irreal de visitantes.
Sin embargo, la huelga no ha impedido que se realice el homenaje, con un espectáculo musical a cargo del DJ francés Michael Canintrot, y de luces, visibles desde cualquier punto de la ciudad donde se pueda apreciar la torre. Aunque los miradores, restaurantes, museos y tiendas del interior permanecen cerrados al público.
Gustave Eiffel fue un célebre artista, cuyas aportaciones a la arquitectura también fueron la Estatua de la Libertad, en Nueva York y el Puente María Pía en Oporto; así como el poco conocido pero no menos vistoso Puente Ferroviario que cruza el río Garona en Burdeos, Francia.
Al diseñar y construir la Torre Eiffel, Gustave no tenía la intención de que la obra se convirtiera en su mayor legado, ni en el símbolo distintivo de Francia, sin embargo, hoy recibe a más de 7 millones de visitantes cada año.