La apertura de la vacunación contra el Covid-19 a las farmacias de cadena y otro tipo de establecimientos genera riesgos importante que deben ser prevenidos por la autoridad sanitaria, puesto que el personal que está aplicando el biológico no tiene experiencia y tampoco recibió la capacitación necesaria para tal acción, advirtió el infectólogo Francisco Márquez Díaz.
Señaló que a diferencia de los hospitales públicos, privados y de los centros de inmunización que fueron requeridos y que además se vieron en la necesidad de invertir altas sumas en la capacitación de los vacunadores sobre el proceso integral que conlleva la vacunación contra el coronavirus, en las farmacias de cadena y en los almacenes comerciales que le entraron a la venta y aplicación de las nuevas vacunas están vacunando personas que quizá sean enfermeras o médicos pero que no tienen la preparación para el manejo de los biológicos.
“En estos lugares no tienen personal competente para la aplicación de la vacuna, tomando como referencia el hecho de que la del Covid-19 no es una vacuna común y corriente sino que se trata de un biológico especial y para el que se necesita de insumos muy especiales para su manejo y aplicación, por lo que es muy conveniente que las autoridades competentes intervengan para impedir que se ponga en riesgo la salud de las personas que pagan por la vacuna”, mencionó.
Sostuvo que la situación resulta ser muy diferente en los hospitales y en los centros privados de inmunización donde se ofrece la garantía de que quienes realizan las aplicaciones son profesionales de la salud que hicieron cursos especiales y que fueron bien entrenadas para tal fin, además de que esos establecimientos cuentan con la certificación de la Asociación Mexicana de Vacunología.
El médico especialista en enfermedades contagiosas señaló que de ninguna manera se está en contra de que la venta y aplicación de la nueva vacuna de Pfizer y Moderna se abra a la participación de más establecimientos, pero resulta muy conveniente que haya los controles sanitarios sobre las personas que están realizando la vacunación, pues resulta ser extremadamente peligroso que cualquier persona que labore en las farmacias o almacenes comerciales con venta del biológico sea habilitado como vacunador puesto que con ello se pudiera crear un problema delicado para la persona vacunada.