Por Erick Cortés.- “Mi voz no es artificial”, dice el jingle con el que un grupo de locutores alzan la voz para pedir la regulación de la Inteligencia Artificial en México.
Son múltiples los beneficios que la inteligencia artificial ha traído a la humanidad en los últimos meses. Pero también ha traído controversia y preocupación por el riesgo que tiene, en particular, la capacidad de clonar voces, algo que no sólo afecta a los profesionales de la voz, como locutores, actores y cantantes, sino a toda la población.
“El problema que existe hoy con la inteligencia artificial es que no está regulada. El hecho de que haya esta laguna en la legislación, pero tener la tecnología ya al alcance de la mano y en aplicaciones que todo mundo puede utilizar, genera espacios de vulnerabilidad para los artistas de la voz y para todos”, opina Beto Castillo, creador de la canción “Mi voz tiene corazón”.
Recientemente, la IA se ha usado para clonar la voz de famosos comunicadores, como el periodista Jorge Ramos, cuya voz fue utilizada para crear comerciales falsos dirigidos a la comunidad hispana en los Estados Unidos, a quienes les prometieron recibir dinero del gobierno a cambio de proporcionar sus datos bancarios.
Algo similar ocurrió en México, cuando supuestas plataformas de inversión asociadas con Pemex invitaron a los mexicanos a invertir su dinero, utilizando para ello la voz y la imagen de periodistas reconocidos, de empresarios como Carlos Slim y hasta del presidente López Obrador, quien tuvo que desmentir estos anuncios en su conferencia matutina.
“El mal uso de esta tecnología no sólo nos afecta a los artistas del doblaje, los locutores, los cantantes o cualquier persona que vivamos de nuestra voz, sino que nos puede afectar absolutamente a todos. ¿Qué pasaría si clonaran tu voz y con tu sonido mandaran una nota de voz que tú no dijiste, pero que pareciera que tú dijiste?”, cuestiona Beto Castillo.
Por esta razón, un grupo de locutores interpretaron juntos la canción titulada “Mi voz tiene corazón”, para iniciar una campaña en redes sociales que busca concientizar a la población sobre el uso de esta tecnología, así como pedir su regulación al congreso mexicano.
“No estamos en contra de la inteligencia artificial ni de la tecnología, lo que queremos es que haya una legislación que nos permita regular su uso y que pueda garantizar nuestra seguridad y la de todos ustedes y todos nosotros”.
El lema de la campaña busca resaltar las ventajas que tienen las capacidades humanas sobre la tecnología, particularmente, las emociones que una persona puede transmitir con su voz. Así opina también Rodolfo Navarro, quien ha sido actor de doblaje y locutor por 32 años: “Se han hecho comparativos de voces de ciertos actores y con la IA, y hay algo muy importante que no tiene la inteligencia artificial y sí tiene el ser humano: la sensibilidad o transmisión de emociones. Eso no lo va a suplir nunca la inteligencia artificial. Trae ritmo, hasta risa, pero no trae esa sensibilidad”, asegura.
Parte de las regulaciones que piden, es que se proteja legalmente a los talentos, para impedir que las empresas y los contratistas exploten sus voces sin su consentimiento.
“Cuando firmas un contrato para grabar, hay una pestaña que dice que tu voz puede ser utilizada por medio de inteligencia artificial. Buscamos que esa cláusula se quite y poner una en la que se indique que no se puede utilizar la voz del talento en otra cosa que no sea para lo que se hizo. Eso es lo que se está peleando. Mientras no exista esa cláusula va a haber muchas lagunas”, opina Navarro.
En este vacío legal está la principal preocupación de los locutores, y no tanto en la posibilidad de que la inteligencia artificial pueda sustituir al talento humano. Creen, más bien, que la tecnología llegó a modificar la forma de trabajo, pero para poder acceder a los beneficios de las nuevas herramientas, primero deben ser reguladas.
Una de las nuevas formas que los locutores pueden tener para ganar dinero es vender su voz a empresas, para que posteriormente las clonen y las utilicen con su consentimiento, pero a cambio de un pago justo. “Ya nos han contactado y te ofrecen una cantidad irrisoria de dinero. Te piden grabar a cambio de 10,000 pesos, pero ellos pueden ganar mil veces más, entonces no es justo, si te ofrecieran un millón de pesos o 300,000 pesos y además te pagaran regalías cada vez que utilicen tu voz en algún comercial, esa sería una buena negociación”.
Por ahora, los locutores han hecho llegar al Congreso un documento con sus peticiones, a la espera de que se convierta en una iniciativa de ley que podría ser discutida por los diputados en el año que viene.