Tokio, 4 ene (EFE).-
El terremoto de magnitud 7,6 que sacudió el lunes la costa occidental del centro de Japón ha dejado al menos 78 muertos, según informaron hoy autoridades locales, en una carrera contrarreloj por encontrar supervivientes cuando se acerca el límite de 72 horas desde el seísmo.
Las autoridades locales de la prefectura de Ishikawa, la más afectada por el temblor, actualizaron hoy el número de víctimas y publicaron un listado de 25 personas, con nombres y edades -en su mayoría ancianos-, que todavía permanecen desaparecidos, aunque podría haber muchos más.
En localidades como Wajima, Noto o Suzu, todas cerca del epicentro del seísmo, los ayuntamientos han incrementado sus estimaciones sobre el número de casas derrumbadas, por lo que se han multiplicado también los dispositivos de rescate antes de que se alcance el límite de las 72 horas, tras el cual resulta casi imposible encontrar a personas con vida.
Los expertos han alertado además de réplicas durante toda esta semana y la siguiente que podrían ser de gran intensidad, además de las lluvias que están azotando la zona y que podrían provocar deslizamientos de tierra y dificultar también las tareas de rescate.
En Wajima, una de las localidades más afectadas, 44 personas fallecieron, mientras que 23 lo hicieron en Suzu, 5 en la ciudad de Nanao, 2 en Anamizu, 2 en Noto y una persona en Hakui y otra en Shiga.
Las autoridades locales han alertado de personas que todavía permanecen desparecidas en otras partes de la prefectura de Ishikawa, donde todavía prosiguen las tareas de rescate, mientras que el número de heridos se encuentra hoy en 323, entre lesiones graves y leves, también en esta zona.
Hasta este jueves, unos 2.000 efectivos fueron desplazados a esta prefectura, además de 22 aviones y 8 barcos para las actividades de rescate y recopilación de información de daños, el doble de los recursos que se desplegaron en un inicio.
El terremoto que golpeó la península de Noto -una zona en la que se sabe que hay fallas activas- el lunes, tuvo su epicentro a 30 kilómetros al noreste de Wajima y alcanzó el nivel 7 en la escala cerrada de 7 japonesa, que se centra en el poder destructivo del temblor.
Este seísmo, el más devastador en Japón desde el de 2016 en la prefectura de Kumamoto (que dejó más de 200 muertos), es el primero de nivel 7 en registrarse en el país desde 2018, cuando un seísmo alcanzó el nivel 7 en la isla de Hokkaido.