La propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que el salario esté siempre por encima de la inflación, es oportuna, consideró el delegado de la CROM, Abel Hernández, quien agregó que si seguimos esta misma situación de que siempre la inflación está por arriba del salario mínimo, va a seguir decreciendo el poder adquisitivo y por consecuencia no vamos a poder ni siquiera comprar la canasta básica trabajando las 24 horas del día.
Agregó que entonces sí se tiene que dar forzosamente como en otros países de primer mundo un aumento salarial que esté por arriba de la inflación, para que las familias puedan vivir dignamente como lo establece la Constitución, donde un salario alcance para la alimentación, la educación, el esparcimiento, y que le baste al trabajador con su trabajo de 8 horas, “sin que tengan que estar trabajando horas extra en donde la salud física y mental del trabajador se esté deteriorando y la vida de los mismos, por consecuencia sea menor”.
Comentó de acuerdo a un análisis de la Facultad de Economía de la UNAM, que “en 1987 se requería laborar 4 horas con 53 minutos para obtener la canasta básica, mientras que el 26 de octubre del 2017, era necesario trabajar 24 horas con 31 minutos, es decir, el año anterior de que entrara AMLO, y entonces, en los últimos 30 años, desde el 87 a la fecha, ha descendido considerablemente el poder adquisitivo, la inflación ha crecido y el poder adquisitivo para comprar la canasta básica ha sido insuficiente”.
Añadió que si comparamos de 1987 al 2017, hay un abismo de diferencia en cuanto a lo que se tiene que trabajar ahora, que prácticamente es el día completo de 24 horas y no se alcanza a comprar la canasta básica, mientras que en aquel entonces nada más bastaba trabajar 4 horas con 53 minutos.
En ese mismo año de 1987, restaban el trabajador 19 horas y 7 minutos para transportarse a comer, asearse, convivir con su familia, salir a pasear, dormir, entre otras actividades, y para octubre del 2017 el tiempo necesario para comprar la canasta ha sobrepasado un día completo; entonces, “yo estoy de acuerdo con lo que marca López Obrador; la canasta básica que ahorita se está contemplando en cuanto al costo para el 2023, tiene un costo más o menos de 17,120 pesos mensuales por familia, y una familia rural necesita 12,364 pesos mensuales para cubrir esa necesidad, lo que que significa que la inflación nos ha estado comiendo, ha estado comiendo el salario que nos han estado dando durante los últimos 30 años, con el pretexto de que si se aumentaba el salario, crecía la inflación, y eso no ha sido así, sino que sería al revés, si se aumentara más el salario, habría menos pobreza, más compras, más crecimiento económico, como siempre te lo he estado repitiendo. Entonces yo estoy completamente con lo que dice Andrés Manuel López Obrador”.
Finalmente, aportó otro dato interesante, en el sentido de que en octubre del 2016 la canasta básica, en la que no se incluía calzado o educación para los hijos, costaba 218.60, y en un año se incrementó a 245.34, tuvo un aumento de 27.28 pesos, que representa una variación del 12.5%; esa fue la más grande anual desde mediados de la década de los 90 del siglo pasado.
En tanto, agregó, el incremento al salario mínimo en ese mismo período fue de 7 pesos y el incremento anunciado por el Gobierno para el 2018 fue de 8.32 pesos; si se suman ambos dan un total de 15.32%, por lo que el alza de precios de la canasta se comió en un año los aumentos de dos años.