Los pacientes con trastornos mentales llegan a ser rechazados hasta por la propia familia, pues en el Hospital de Psiquiatría hay casos de personas que tienen hasta 30 años confinados por el abandono de que son objeto, aseguró el líder sindical de los trabajadores de esa unidad especializada, Jesús Alberto Terrones Lagunes.
Mencionó que por increíble que parezca pero en el hospital se atiende a personas que ingresaron desde que el hospital era granja para enfermos mentales y que se localizaba sobre la calle del Tesoro; “son ya pocos casos de este tipo, pero sigue habiendo”.
“En el Psiquiátrico tenemos pacientes de hace 30 años, personas enfermas que han estado toda su vida en el hospital, sobre todo porque sus familiares se desentendieron por completo de ellos”, lamentó el secretario general del Sindicato de Trabajadores del Hospital de Psiquiatría.
Empero, aseveró que es muy difícil que ahora se les pueda dejar “olvidados” en el hospital a los pacientes psiquiátricos, debido principalmente a que el hospital cuenta ya con un área de Trabajo Social que se encarga de darle seguimiento a cada uno de los casos y de estar en contacto con los familiares, precisamente para evitar que se repita lo que se vivía con mucha frecuencia hasta hace algunos años en que tanto indigentes como personas con severos cuadros psiquiátricos eran llevados y olvidados en esa unidad.
“En el hospital hace muchos años sí había ese problema de que los indigentes llegaban al hospital o de que los familiares llevaban al paciente y lo dejaban ahí, se desentendían por completo porque no querían de alguna manera estar al tanto de ellos, pero ahorita el hospital tiene un área de Trabajo Social, que es la que se encarga de darle seguimiento a la atención de los pacientes, por lo que de hecho se puede decir que en la actualidad ya no tenemos pacientes que vayan y los dejen, no, eso ya es cada vez menos frecuente”.
Alberto Terrones dijo que con el apoyo del área de Trabajo Social, ahora los pacientes que ingresan y son controlados de inmediato son dados de alta, aunque por “ahí se tiene el caso de unas cuantas personas y que por fortuna son las menos, que tienen años internadas por padecer trastornos irreversibles y que no fueron recogidas por sus familiares”, concluyó.