El locutor Gustavo Adolfo Ferrer Galguera falleció hoy a la 1:30 horas a los 79 años, de acuerdo a como lo confirmó Pose Política, un semanario tabasqueño, estado del que era originario la voz que trabajó en el programa dominical «En familia con Chabelo» a lo largo de más de 16 años.
Otro de los medios que lamentó la partida del también conocido como «el caballero de la locución» fue XEVA 91,7 FM, pues don Gustavo trabajó para la radiofusora, a través del programa «Mi rancho el porvenir».
En un sentido mensaje, la producción del programa de radio mandó condolencias a su familia y personas allegadas al locutor que, abandonó su natal Villahermosa por 26 años, tiempo que dedicó a colaborar en Televisa.
Y aunque uno de sus trabajos más recordados fue, sin duda, en mancuerna con Xavir López Chabelo, «el amigo de todos los niños», cabe destacar que también prestó su voz para el noticiario «24 horas», presidido por Jacobo Zabludovsky.
Otros de sus trabajos como locutor los realizó en los shows de radio y televisión como «A jugar jugando», «Sólo para niños», «Patrulla de medianoche», entre otros.
También fue editor del periódico, dirigido a la población infantil, cuyo nombre fue «El futuro de los niños».
Nació un 29 de mayo de 1944 en Comalcalco, Tabasco, producto del matrimonio entre doña Ana María Galguera y don Adolfo Ferrer.
Además de a Gustavo Adolfo, los Ferrer Galguera tuvieron a José Rubén y Carlos Arturo.
Al locutor le sobrevive su hijo Gustavo y sus primas Lorena y Carolina.
Para el locutor, Chabelo era como un hermano mayor
Hace sólo 10 meses, cuando el 25 de marzo se dio a conocer que Chabelo había fallecido, el locutor fue entrevistado por un medio tabasqueño, a través del que lamentó la partida de su compañero de trabajo, con quien colaboró por más de una década, aunque para don Gustavo, el conductor no era sólo un excolaborador, sino como un hermano mayor por quien guardaba gran cariño.
«Me están dando la noticia que don Xavier López «Chabelo» ya trascendió; tú Chabelo, eres eterno, siempre trató y respetó al niño como una persona no como un adulto chiquito o un ser discapacitado, lo trató como debe de ser, eso nos lo enseñó a nosotros, lo recuerdo siempre, para mí, es como un hermano mayor porque me enseñó muchísimo, sencillo, honesto, buen amigo», destacó.