El rey de Jordania, Abdalá II, reivindicó este lunes ante el presidente de EE.UU, Joe Biden, que la comunidad internacional no puede permitir un ataque israelí en Rafah porque provocaría una «catástrofe humanitaria».
Ambos mandatarios se reunieron en la Casa Blanca mientras aumenta la presión internacional para que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no lance un ataque a gran escala en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde más de un millón de personas están hacinadas, muchas de ellas refugiadas por el conflicto.
«No podemos permitir un ataque israelí contra Rafah. Eso produciría una catástrofe humanitaria», declaró el monarca en una comparecencia conjunta en la Casa Blanca tras reunirse a puerta cerrada con Biden.
El rey jordano declaró que la situación «ya es insoportable» por el más de un millón de personas «que han sido empujadas a Rafah desde que comenzó la guerra».
Insistió en que la comunidad internacional no puede quedarse «de brazos cruzados» y recalcó que es necesario «un alto el fuego duradero» porque «esta guerra debe terminar».
También resaltó que es necesario «trabajar de forma urgente e inmediata» para garantizar la entrega de suficiente ayuda humanitaria para los gazatíes.
En ese sentido, opinó que es «imperativo» que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa) reciba los fondos necesarios para seguir operando, tras el recorte que han acometido varios países, incluido Estados Unidos.
El rey jordano trasladó también a Biden su «extrema preocupación» por la posibilidad de que haya un desplazamiento de los palestinos de Gaza y de la Cisjordania ocupada afuera de sus territorios, algo que, dijo, no se puede permitir.
«Su liderazgo, mi querido amigo, señor presidente, es clave para abordar este conflicto. Jordania trabajará como siempre con ustedes por la paz», concluyó.
Biden habló el domingo con Netanyahu en una llamada de 45 minutos en la que le aseguró que una operación en Rafah no debería hacerse sin un plan «creíble y ejecutable que facilite la evacuación de los civiles». EFE