Quito, 19 feb (EFE).
Un adolescente de 17 años fue condenado por terrorismo en Ecuador al ser hallado culpable del lanzamiento de un artefacto explosivo contra un edificio que sufrió varios daños materiales, según informó este lunes la Fiscalía en un comunicado.
El Juez de la Unidad Judicial de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de Esmeraldas, en la costa norte de Ecuador, ordenó internar al sentenciado en un centro correccional de menores.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 18 de diciembre de 2023, cuando se escuchó la detonación de un artefacto explosivo en la ciudad de Esmeraldas, lo que llevó a la Policía a movilizarse hasta el lugar tras ser alertada por el servicio integrado de emergencias ECU-911.
Los agentes observaron una motocicleta que se movilizaba por el lugar, cuyos ocupantes –al notar la presencia de las autoridades– intentaron huir, según la versión del Ministerio Público.
Tras una persecución de aproximadamente diez minutos, el copiloto se lanzó de la moto con el objetivo de ocultarse en la maleza, en medio de la oscuridad del sector, pero poco después la Policía logró interceptarlo en una vivienda abandonada de ese sitio.
Entre las pruebas presentadas por la Fiscalía durante el juicio está una pericia morfológica, con la que se comprobó que fue el adolescente quien lanzó el objeto explosivo al inmueble de dos plantas, lo que fue determinante en la decisión del juez.
Desde inicios de enero el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró la existencia en el país de un «conflicto armado interno» contra el crimen organizado para detener una escalada de violencia por parte de las bandas criminales que incluyó la toma de un canal de televisión por parte de un grupo armado y motines simultáneos en cárceles con 200 presos que lograron ser liberados.
Con esta declaración de «guerra» pasó a considerar como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales a veintidós bandas criminales dedicadas principalmente al narcotráfico y que han tejido nexos con los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, así como con la mafia albanesa, para hacer llegar la cocaína producida principalmente en Colombia hasta Norteamérica y Europa.
El auge de estas mafias, que controlan cárceles enteras en Ecuador, llevó a que el país andino se convirtiera en uno de los más violentos de Latinoamérica, con una tasa de unos 45 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2023.