Taipéi/Pekín, 20 feb (EFE).
La Guardia Costera de Taiwán (CGA) cargó contra su contraparte china por interceptar un barco turístico taiwanés en las inmediaciones de las islas Kinmen, en medio de las tensiones por la muerte de dos supuestos pescadores chinos en estas aguas la semana pasada.
El incidente se produjo alrededor de las 16:47 horas (08:47 GMT) del lunes, cuando el buque King Xia -que contaba con once miembros de tripulación y 23 pasajeros a bordo- navegaba a unos 5 kilómetros al noroeste de la isla principal del archipiélago y fue interceptado por dos barcos de la Guardia Costera de China.
Según la agencia estatal de noticias CNA, seis guardacostas chinos subieron a la embarcación e inspeccionaron los documentos de la tripulación, para posteriormente regresar a sus buques y abandonar el King Xia sobre las 17:19 horas.
En respuesta, la Guardia Costera taiwanesa envió a uno de sus barcos a la zona para escoltar al King Xia, que aparentemente se desvió de su rumbo original por la alta concentración de bancos de arena en la zona.
En ese sentido, la CGA pidió a China trabajar conjuntamente para “mantener la tranquilidad” en las inmediaciones de las islas Kinmen y de la ciudad china de Xiamen, al tiempo que solicitó a los operadores taiwaneses que eviten acercarse a aguas chinas.
Patrullas cerca de las Kinmen
Este mismo domingo, la Guardia Costera china anunció “patrullas” en la zona de Xiamen y Kinmen para “proteger las vidas y las propiedades de los pescadores”, en respuesta a la muerte de dos ciudadanos chinos tras una persecución de la Guardia Costera de Taiwán el pasado 14 de febrero.
Ese día, las autoridades marítimas de Taiwán detectaron a cuatro personas a bordo de una lancha rápida a unos 2 kilómetros al este de la isla de Beiding, una de las más pequeñas del archipiélago de las islas Kinmen, las cuales se sitúan a escasos diez kilómetros de la ciudad suroriental de Xiamen y a otros 187 kilómetros de la isla principal de Taiwán.
El personal costero taiwanés solicitó «inmediatamente» a la embarcación que se detuviese para someterla a una inspección, pero sus tripulantes se resistieron y huyeron a toda velocidad, causando el vuelco del vehículo y el consiguiente fallecimiento de dos de ellos, mientras que los dos supervivientes fueron puestos a disposición judicial.
Tras el suceso, Pekín acusó a las autoridades taiwanesas de tratar a los pescadores chinos -la prensa oficial del país asiático asegura que se trataba de una embarcación pesquera, mientras que la parte isleña no dio información alguna sobre la identidad de sus tripulantes- de forma «brusca y peligrosa», aunque Taiwán insistió en que los guardacostas procedieron “de acuerdo a la ley”.
Los familiares de los fallecidos viajarán este martes a Kinmen junto con personal de la Cruz Roja de China, anunció Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina para Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino), quien aseguró que las autoridades taiwanesas “deben evitar dañar los sentimientos de los compatriotas de ambos lados del estrecho de Taiwán”.
Las islas Kinmen, donde viven alrededor de 120.000 taiwaneses, han sido objeto de múltiples disputas entre China y Taiwán a lo largo de las décadas, destacando el bombardeo masivo de 1958, cuando el Ejército chino abrió fuego contra el archipiélago en el marco de la segunda crisis del estrecho de Taiwán.