La delincuencia ya ni a los difuntos respeta, ya que pobladores del municipio de El Llano denunciaron que desde el pasado mes de octubre las tumbas del panteón de Palo Alto han estado siendo profanadas y saqueadas constantemente.
Pero este fin de semana los delincuentes ya se pasaron de la raya porque ahora de forma masiva provocaron daños y robos en los sepulcros, causando el malestar de los familiares de los difuntos que no dejan descansar en paz.
Los afectados han recurrido en innumerables ocasiones al presidente municipal de El Llano, César Pedroza Ortega, quien ha hecho caso omiso de la situación, ya que el panteón carece de vigilancia e iluminación, dejándolo a la deriva durante las noches.
“El presidente nunca nos da la cara”, señalaron los habitantes de Palo Alto, a pesar de que ha sido una situación que ya tiene varios años que se viene presentando, por lo que los delincuentes se encuentran con total libertad de profanar las tumbas o vaciar urnas con cenizas de los difuntos en búsqueda de objetos de valor.
Los rateros no conformes con lo anterior también provocan daños y robos de la infraestructura del cementerio, como lámparas solares, fuerzan puertas y rompen vidrios de los nichos.
Algunos habitantes de Palo Alto ya han optado por llevarse las urnas de sus seres queridos a sus domicilios; “ahí están más seguros”, manifestaron.
Ante tal situación los denunciantes señalaron que ante los oídos sordos del presidente municipal, han tenido que realizar publicaciones por redes sociales para hacer visible el problema, pero estas al poco tiempo son borradas, por lo que ahora acudieron a HIDROCÁLIDO para lograr mayor eco a sus demandas.