El Poder Judicial del Estado de Aguascalientes atraviesa por una grave crisis, ya que la actitud “berrinchuda” de los magistrados nombrados desde agosto del año pasado ha provocado que las salas Penal y Familiar se encuentren sin laborar y sin la impartición de una justicia pronta y expedita, dio a conocer Érick Monroy Sánchez, presidente del Congreso Estatal de la Abogacía.
“Los impartidores de justicia no saben cómo impartir la justicia entre ellos”, señaló el abogado tras explicar que ahora los magistrados son sorteados para determinar la sala a la cual serán enviados, “algo así como la rifa del tigre”, dijo el abogado, ya que conforme a la reforma del año pasado que se realizó en este tema, no serán designados de acuerdo a su especialidad.
Por lo anterior manifestó que lamentablemente con estas malas decisiones la gente que se encuentra privada de su libertad y que está en espera de una resolución que le corresponde emitir a la sala Penal, deberá seguir esperando.
El presidente del Congreso Estatal de la Abogacía indicó que el problema del Poder Judicial radica en el manejo inadecuado que se ha dado al tema de los nuevos magistrados y a la integración de las salas, toda vez los criterios que tiene el presidente del Supremo Tribunal y del Consejo de la Judicatura no han sido del agrado o no han correspondido a la reforma constitucional, motivando los amparos.
La situación corresponde a un tema de organización administrativa al interior del Poder Judicial, debido a una interpretación sesgada de la reforma constitucional que de alguna manera a alguien pareciera ser que no le conviene.
Monroy Sánchez dijo que todo lo anterior ha provocado que se recurra a amparos para que un tercero ponga orden.
La reforma señala que al Pleno se deben de integrar 11 magistrados, que anteriormente eran siete y se tendrán que dividir en tres salas: Civil, Familiar y Penal; “el acomodo fue el que no les gustó, toda vez que la reforma planteó que se hiciera por insaculación, sin atender los perfiles, sino que por sorteo”, concluyó.