CIUDAD DE MÉXICO, febrero 25 (EL UNIVERSAL).-
Araceli Bisogno, mamá de Daniel Bisogno, murió ayer sábado, mientras que el conductor sigue hospitalizado por el delicado estado de salud en el que se encuentra. Con motivo de la partida de doña Araceli, hacemos en recuento de las ocasiones en que «El Muñeco» ha hablado sobre su progenitora y la relación que existió entre ellos, pues en más de una ocasión, la señaló como una de las personas que más lo apoyó y confió en él y en su sueño de dedicarse al mundo del entretenimiento.
María Araceli Bisogno Tapia, que es el nombre completo de doña Araceli, conoció al padre del conductor cuando apenas era un adolescente y él le llevaba entre ocho a nueve años, en la época en que vivían por los mismos rumbos y se observaban mutuamente, mientras ella salía de casa en bicicleta y él ya se trasladaba en su automóvil.
Y aunque la mamá y el papá de Daniel estuvieron juntos por 56 años, el conductor tuvo que reconocer que, desde hacía tiempo, ya no dormían en la misma cama, debido a su edad y los problemas de salud que acarreaban, pues preferían tener su propio espacio para estar tranquilos.
«56 años de casados no es cualquier cosa, se gritan de cuarto a cuarto, como ya la movilidad se les complica, ya se pueden gritar a distancia», bromeó.
Sin embargo, destacó la admiración que le debía el matrimonio de sus progenitores, pues a pesar de los años, era la única pareja que conocía que seguía conversando por horas sin que su conversación se agotase.
«Me impresiona que los oiga platicar horas, qué buena onda que después de 56 años puedas platicar y seguir llevando una relación, todos quisiéramos eso», destacó.
Además, Bisogno recordó que antes de que sus hermanos nacieran, era el consentido de su mamá, pero eso cambió radicalmente cuando dieron la bienvenida a Ivette y a Alejandro, pues doña Araceli comenzó a dividirse para poder apoyar en cada uno en sus necesidades y en las diferentes actividades en las que se desenvolvían desde muy pequeños, pues así como Daniel comenzó a realizar castings desde los cinco años, su hermana Ivette fue una niña gimnasta.
«Primero sí, hasta que nacieron mis hermanos, ya ahí valió ma…, llegó tiempo que mi mamá se fue con Ivette, que era gimnasta olímpica», rememoró.
Otro de los recuerdos que el conductor tiene de su mamá es cuando lo llevaba a él y a su hermana a la primaria en bicicleta, época en la que vivían en la colonia Rinconada, Coapa. De hecho, Daniel destacó que en una de las ideas a la escuela, un hombre insultó a doña Araceli y ella, sin pensarlo dos veces, debutó el vehículo para hacer frente a la situación.
«Mi mamá a veces nos llevaba a la escuela en bici, que estaba muy cerca, iba mi hermana en la canastita, y yo atrás en ancas, y un día que viene de regreso mi mamá, ahí viene en su bici y, de repente, llega un fulano y le grita no sé qué tanta cosa: «Estas nalgotas» y que no se qué, él otro también venía en bici, que se baja, le da un bofetadón y lo tiró de la bici, hazme el favor, es arriesgarse mucho el pellejo», detalló.
Bisogno también contó que, en el 2020, antes de que las vacunas del Covid-19 estuvieran disponibles, su mamá contrajo la enfermedad, con padecimientos muy fuertes que comprometieron gravemente su salud.
«Le dio Covid antes de que salieran las vacunas y casi se nos petatea, además yo pagando un seguro carísimo de gastos médicos mayores y no había hospitales dónde meterla, acabó básicamente en una clínica en la que la recibieron y la libró, ya vez que mala hierba nunca muere», indicó.