Jerusalén, 25 feb (EFE).-
Israel ha decidido continuar con las negociaciones para una tregua con el grupo islamista Hamás en Gaza, que según el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, podría retrasar «en cierta medida» una ofensiva sobre terrestre sobre Rafah, en el extremo sur del enclave palestino y donde viven hacinados más de 1,4 millones de personas.
El gabinete de guerra de Israel decidió anoche enviar una delegación a Catar en los próximos días para negociar indirectamente con Hamás una tregua y un nuevo intercambio de rehenes por presos palestinos.
Funcionarios israelíes se han mostrado «cautelosamente optimistas» sobre las posibilidades de lograr un nuevo acuerdo de rehenes, según medios hebreos, después de que los jefes de los servicios de inteligencia de Israel, EEUU y Egipto, así como funcionarios cataríes mantuvieran ayer una reunión en París donde definieron los términos de un nuevo acuerdo.
El documento debe ser presentado ahora a Hamás para su consideración, que hasta anoche decía no tener constancia de los nuevos términos.
Según medios, el nuevo borrador contempla una tregua de seis semanas y la liberación de unos 40 rehenes a cambio de la excarcelación de entre 200 y 300 presos palestinos.
Después de que Hamás declinara a principios de febrero otro borrador de acuerdo logrado en París, fuentes israelíes señalan que el diálogo se ha retomado porque el grupo islamista renunció a algunas de sus exigencias «inaceptables» para Israel, como el cese total de las hostilidades y la salida de sus tropas de la Franja.
Sin embargo, el liderazgo de Hamás asegura que no ha cedido en esas demandas «fundamentales».
Netanyahu advierte que la tregua retrasará pero no impedirá una ofensiva contra Rafah
En una entrevista con la cadena estadounidense CBS, el primer ministro israelí ofreció hoy detalles sobre sus planes para Rafah.
En concreto, Netanyahu reconoció que la ofensiva sobre Rafah podría retrasarse si se logra un acuerdo para un alto el fuego en la Franja.
«Si llegamos a un acuerdo, (la ofensiva a Rafah) se retrasará un poco, pero sucederá. Si no tenemos un acuerdo, de todos modos lo haremos. Tiene que hacerse. Porque nuestra meta es la victoria total, y la victoria total está a nuestro alcance. No en unos meses, sino al alcance de unas semanas una vez que empezamos la operación», afirmó Netanyahu.
El primer ministro israelí también se refirió a las peticiones de la Casa Blanca, que ha dejado claro que no respaldará una ofensiva a gran escala de Rafah y ha instado a Israel a presentar un «plan creíble» para proteger a los civiles.
En concreto, Netanyahu dijo que este mismo domingo tenía previsto mantener una reunión con su equipo para trazar un «doble plan» para Rafah que incluya la eliminación de militantes de Hamás y la evacuación de civiles.
Aunque Netanyahu reiteró que esos planes están progresando, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó este domingo que el presidente estadounidense, Joe Biden, aún no ha sido informado sobre dichos planes.
Israel y la ONU vuelven a cruzarse acusaciones
El comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, acusó este domingo a Israel, sin nombrarlo, de abocar a la hambruna a los 300.000 palestinos que continúan viviendo en el norte de la Franja de Gaza, donde «no entra ayuda humanitaria desde el 23 de enero».
«Este es un desastre provocado por el hombre», aseguró Lazzarini en su cuenta de X, en una clara alusión a Israel, que bloquea la entrada de ayuda al norte del enclave palestino.
Por su parte, el representante de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, cargó de nuevo contra las instituciones de Naciones Unidas al proclamar que «en Gaza, Hamás es la ONU, y la ONU es Hamás».
Durante una nueva sesión del Consejo de Seguridad en la que EEUU volvió a vetar una resolución que pedía el alto el fuego en Gaza, Erdan criticó las recientes palabras del coordinador humanitario de la ONU, Martin Griffiths, de que Hamás no es un grupo terrorista, sino un movimiento político.