El Instituto Mexicano del Seguro Social anunció que el próximo 31 de marzo concluirá la aplicación de vacunas contra la influenza y el Covid-19, por lo que exhortó a las personas que no se han vacunado a que lo hagan a la brevedad para contar con la protección contra los virus que se mantienen activos.
La vacunación no es sinónimo de que no se puede contraer la enfermedad, sea influenza o coronavirus, pero sí es una garantía de que provee defensas importantes para evitar la complicación en caso de que se contraigan esas enfermedades que registran una incidencia elevada en esta temporada invernal que se prolongará hasta el próximo mes de mayo.
Si bien es cierto que hasta el momento hay una buena respuesta a la vacunación contra la influenza que se ofrece en todas las instituciones públicas del sector salud, también lo es el hecho de que aún se cuenta con un porcentaje muy importante de personas de los grupos vulnerables que han prescindido por diferentes causas de la aplicación de la vacuna, siendo este el momento oportuno para solicitar el biológico en cualquier unidad del Seguro Social o de cualquier otra institución del sector.
Las autoridades del Seguro Social dieron a conocer que la campaña nacional de vacunación invernal, que inició en octubre del año pasado y concluirá el 31 de marzo, registra un avance significativo por la respuesta que se ha tenido a la aplicación, aunque está identificado un nutrido grupo de personas de los grupos de riesgo que no se han acercado aún a las unidades de aplicación.
Se precisó que los cambios de temperatura pueden provocar infecciones respiratorias que llegan a complicarse cuando afectan a niñas, niños, personas de la tercera edad o con alguna comorbilidad, por lo cual se deben realizar medidas de prevención y una de ellas es la vacunación.
El Seguro Social dio a conocer que la meta nacional de inmunización considera la aplicación de 12 millones de dosis contra la influenza estacional y 6.7 millones en el caso de Covid-19, donde los grupos prioritarios son personal de salud, niñas y niños de seis meses a cuatro años, adultos de 60 años o más, personas con factores de riesgo: mujeres embarazadas o lactantes, personas con padecimientos crónicos como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, de tipo cardiovascular, insuficiencia renal y quienes viven con VIH.