El subgobernador del Banco de México (Banxico), Omar Mejía Castelazo, aseguró que la mejora del panorama inflacionario permitirá ajustar la restricción monetaria.
Sin embargo, advirtió que el banco central nunca bajará la guardia ante los riesgos inflacionarios.
«En mi opinión, se puede ajustar la postura monetaria para que sea congruente con los importantes avances descritos en el panorama inflacionario y, el que se realicen estos ajustes, no creo que sea un obstáculo para que la postura monetaria continúe siendo restrictiva en el horizonte de pronóstico», manifestó.
En un nuevo episodio del podcast Norte Económico de Banorte, destacó el importante proceso desinflacionario que se está observando actualmente.
Lo anterior, señaló, ha estado mayormente guiado por la mejoría de la inflación subyacente ante el desvanecimiento de algunos choques.
Estableció que si bien se tiene un mejor panorama para la inflación, prevalecen retos como la persistencia de ésta en servicios.
Pero enfatizó que algo que no se había visto desde 2011, es el hecho de haber ponderado en el balance de riesgos para la inflación, con un sesgo a la baja, es muy importante.
«Esto me parece muy relevante porque refleja que el Banco de México nunca baja la guardia ante los riesgos inflacionarios», sostuvo.
Reiteró que el avance en la trayectoria en la disminución en los precios al consumidor, podría llevar a ajustes incluso a la baja a las expectativas de inflación, y así la postura monetaria.
Advirtió que en el caso de no ajustarse, continuaría apretando de manera pasiva.
«Para mí el reto hacia adelante es ajustar la postura monetaria de tal forma que esta sea congruente con una inflación que, si bien aún está por encima de la meta, se encuentra ya en una trayectoria descendente», ponderó.
Sin embargo, puntualizó que aun realizando recortes, continuaremos con una postura restrictiva.
Aunque al mismo tiempo reconoció que debe cuidar no adoptar una postura monetaria excesivamente restrictiva porque, explicó, el sistema financiero desempeña un rol relevante al promover una asignación más eficiente de los recursos.
«Tasas de interés excesivamente elevadas podrían impedir que se desempeñe este papel de manera adecuada, lo que afectaría en mayor medida a algunos sectores de la economía», alertó.