El abuso en el uso nocturno de pantallas, celulares y televisión puede alterar el sueño y detonar el desarrollo de otro tipo de problemas de salud y de comportamiento, por lo que es conveniente regular el empleo de esos aparatos electrónicos, advirtieron especialistas del ISSSTE.
En ocasión del Día Mundial del Sueño, que se conmemora el 15 de marzo, los médicos señalaron que tener un sueño de calidad a lo largo de la vida contribuye a mantener el buen estado de salud, aunque también advirtieron que hay algunas prácticas actuales, como el uso del celular cuando ya se está acostado, que aumentan el riesgo de presentar trastornos del sueño.
En ese sentido, psiquiatras de la Clínica de Especialidades en Neuropsiquiatría del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado expusieron que al tener la interacción con estos aparatos por la noche estimula la actividad cerebral y dificulta la relajación necesaria para dormir bien, por lo que recomiendan limitar el uso al ir a descansar.
Los especialistas indicaron que el trastorno del sueño más prevalente en México es el insomnio, el cual afecta a una de cada cinco personas de la población nacional, además de que explicaron que durante el proceso del sueño las personas atraviesan distintas etapas para ayudar a recargar energía, dejar que el cerebro se repare a sí mismo y permita estar despiertos, activos y productivos.
“Tenemos una fase de sueño superficial; una de sueño profundo que es donde ocurre toda esta recarga de glucosa, reparación neuronal, depuración de los recuerdos; una de movimientos oculares rápidos, la cual es como si la mente corriera una especie de prueba para ver si la persona está lista para despertar, en esta fase podemos soñar vivencias o tenemos estas maneras en las cuales la mente trata de resolver problemas”.
Resaltaron la importancia de tener cada noche alrededor de cinco ciclos de sueño, lo cual permite alcanzar un descanso reparador y que al día siguiente podamos tener energía, ya que el sueño de calidad repercute en la buena funcionalidad cerebral, como el estado de alerta, el razonamiento, la modulación del afecto y el control emocional.
Con respecto al tiempo necesario para dormir diariamente, afirmaron: “Usualmente a edades tempranas tenemos mayores requerimientos, pero el promedio saludable de horas de sueño en jóvenes adultos hasta personas de la tercera edad va de seis a ocho horas diarias, un lapso razonable en el que podemos tener este número de ciclos y lograr la óptima recuperación de energía”.