Israel atacó anoche un complejo militar y un punto de observación de Hizbulá en el sur del Líbano con aviones de combate y artillería, en respuesta a lanzamientos de misiles de la milicia chií libanesa a la urbe norteña de Acre, donde viven unas 50.000 personas, según precisó.
«En respuesta a los lanzamientos disparados hacia la ciudad de Acre, aviones de combate de nuestro ejército atacaron un complejo militar de Hizbulá», indicó este domingo un comunicado castrense, que detalló ataques israelíes contra un puesto de observación en la zona de Kfarkela y una «amenaza» en la zona de Maisat.
En el día de ayer, sábado, Hizbulá reivindicó un total de seis ataques «en apoyo firme a los palestinos de la Franja de Gaza y su resistencia honorable», informó vía Telegram, y hoy ya se ha responsabilizado de otros cinco ataques.
Según el Ejército israelí, uno de esos cohetes cayó hoy en un área vacía en la comunidad norteña de Hanita, muy cerca de la frontera libanesa, sin causar heridos o daños. Además, Hizbulá reivindicó el lanzamiento de dos misiles antitanque contra el municipio israelí de Metula.
En estos cinco meses de fuego cruzado, que comenzaron como respuesta de esta milicia proiraní a la guerra en Gaza, al menos 80.000 israelíes han tenido que ser evacuados del norte del país debido a estos ataques diarios.
Este brote de violencia constituye el peor desde la guerra entre ambos países de 2006 y ya se ha cobrado la vida de al menos 340 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha reportado al menos 233 bajas, algunas de ellas en Siria.
En Israel, al otro lado de la frontera, han muerto 17 personas en el norte (10 militares y 7 civiles), mientras que en Líbano han muerto también en este fuego cruzado 40 integrantes de milicias palestinas, un soldado libanés y 49 civiles, incluidos diez menores y tres periodistas.