El alcalde de Nueva York, Eric Adams, se defendió este martes nuevamente de una acusación de agresión sexual supuestamente ocurrida hace tres décadas, cuando era policía, que trascendió el pasado noviembre y por la que fue demandado ayer lunes en un tribunal de la ciudad.
«Esto no sucedió. No recuerdo haber conocido nunca a esta persona», insistió el alcalde, que se ha mantenido firme en negar la acusación conocida el pasado noviembre, poco antes de que expirara el plazo para presentar denuncias por delitos sexuales ocurridos hace años, que permitió la Ley de Supervivientes Adultos.
«Durante mi tiempo en el Departamento de Policía allá por el 93 fui una de las voces más abiertas para luchar no sólo contra el abuso policial, sino también por los derechos de las personas. Mi vida ha estado dedicada y comprometida con eso», reiteró durante su encuentro habitual con la prensa los martes.
El alcalde demócrata se refirió a la acusación de «agresión sexual, traición y asombroso uso de poder» que le ha hecho Lorna Beach-Mathura, un antigua empleada de la Policía que dijo haber rechazado sus avances, y que el lunes presentó una demanda contra Adams en la Corte Suprema de Manhattan.
De acuerdo con la demanda, Beach-Mathura conoció a Adams en la década de 1980, cuando luchaba por un mejor trato para los policías negros, señala el diario digital «The City», y en 1993, dado que él tenía cierto liderazgo, ella le pidió apoyo para obtener un ascenso.
Según el documento, Adams supuestamente se ofreció a llevarla a su casa después del trabajo y la recogió en un vehículo policial, pero este condujo a otro lugar, estacionó en un lugar oscuro y tras varias preguntas la presionó para que le practicara sexo oral a cambio de ayudarla con la promoción.
La denunciante se negó «repetida y rotundamente», pero este agarró su mano y la colocó sobre su pene erecto, y tras una nueva negativa, él se masturbó delante de ella, agrega.
Beach-Mathura denuncia que sufrió represalias y aunque técnicamente fue «ascendida», fue transferida al departamento de libertad condicional, donde perdió su antigüedad y no supervisó a ningún empleado.
La denunciante dijo haber contado lo ocurrido a unas amigas, pero no denunció a Adams por temor a más represalias.
Adams indicó además en su encuentro con los periodistas que se mantendrá centrado en hacer su trabajo como alcalde.