La comunidad universitaria se mostró consternada y sumamente molesta por el nuevo fraude de 135 millones de pesos que se cometió con los recursos de la Máxima Casa de Estudios y ahora está a la espera de lo que resulte y de qué otros fraudes más se vayan a ir descubriendo conforme se analicen las inversiones y las finanzas universitarias.
Señalaron que con el nuevo timo que sufrió la Casa de Estudios rueda por los suelos la credibilidad de la propia institución y de la rectora, además de que advirtieron que deberán no solamente hacerse declaraciones, sino ir al fondo de la cuestión y que rueden las cabezas que sean necesarias, pues esta situación afecta no sólo las finanzas, sino la estabilidad de la propia Universidad, que nunca se había visto envuelta en tantos escándalos como en los últimos tiempos.
Desde el año pasado, cuando se descubrió lo de la Estafa Ponzi, la comunidad universitaria ha estado pidiendo que se haga una exhaustiva investigación para dar con los verdaderos responsables de estos fraudes, que ahora derivan en otras dos nuevas inversiones que resultaron también un engaño, pues las empresas bursátiles que las realizaron se declararon en quiebra y con ello el paradero de los recursos universitarios es incierto, causando un fuerte boquete a las finanzas de la institución.
Señalaron que aunque la rectora aduce que se han invertido fondos propios, lo cierto es que no se sabe realmente si se han tocado los fondos de las pensiones y aunque se diga que no ha sucedido, se exigió transparencia y un informe pormenorizado de los movimientos financieros, inversiones y gastos de la Universidad, así como una limpia de elementos que hayan incurrido en delitos con el patrimonio de los universitarios.
Se espera que se dé celeridad a las investigaciones y que se haga efectiva la promesa de ir hasta las últimas consecuencias, pues a estas alturas ya no hay credibilidad y todo indica que va para largo el esclarecimiento de dónde quedó el patrimonio universitario.