Un cohete Delta IV Heavy, de la compañía United Launch Alliance (ULA), se encuentra listo en una plataforma de Cabo Cañaveral, en Florida, para el lanzamiento este jueves de una misión de inteligencia del Gobierno de Estados Unidos, aunque el mal tiempo amenaza con aplazar el despegue.
Según informó este lunes el consorcio espacial ULA, la misión NROL-70, que supondrá la última de la histórica gama de cohetes Delta, cuenta hoy con solo un 30 % de condiciones meteorológicas favorables para ese día.
El lanzamiento está previsto para las 13:40 hora local (18:40 GMT) del jueves desde la Estación de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral, en el centro de Florida (EE.UU.).
Si el mal tiempo trunca los planes de ese día, la misión contempla como segunda oportunidad de lanzamiento el viernes, día en que la meteorología ofrece una mejor perspectiva (60 % de condiciones favorables).
La carga útil de la NROL-70 está diseñada, construida y operada por la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO, en inglés) del Gobierno estadounidense y proporcionará «datos de inteligencia a los principales responsables políticos de EE.UU., la comunidad de inteligencia y el Departamento de Defensa», de acuerdo a ULA.
Será el decimosexto vuelo de un Delta IV Heavy, un cohete de 235 pies de alto (71,6 metros de alto), incluido el carenado de 65 pies (casi 20 metros), que entró en servicio en 2004 y que ULA va a reemplazar por otro de última generación llamado Vulcan Centaur.
Será, de igual modo, el vuelo número 389 y el último del programa Delta, que se puso en marcha en 1960.
La misión NROL-70, que empezó a prepararse en mayo de 2023, cuando gran parte del cohete fue trasladado por mar desde la fábrica de la firma en Alabama hasta Cabo Cañaveral, será la número 35 para la NRO, resultado de una alianza entre ambas iniciada en 2006.
Como recuerda ULA, desde 1961 la NRO, que fue desclasificada al público en 1992, es la agencia del Gobierno de Estados Unidos encargada de «diseñar, construir, lanzar y mantener los satélites de inteligencia» nacionales.
El año pasado anunció su intención de cuadruplicar el número de satélites que opera en el transcurso de la próxima década.
El futuro de ULA se sostendrá en los Vulcan Centaur, que tuvo un primer vuelo de prueba en enero de este año y que reemplazará tanto a la gama de los cohetes Delta como a la familia de los Atlas. A esta última aún le queda poco más de una decena de vuelos por cumplir antes de su retiro definitivo.