El Gobierno de Nicaragua exigió este miércoles a la OEA que respete su soberanía, luego de que el Consejo Permanente de ese organismo creara por aclamación en Washington un grupo de trabajo voluntario para dar seguimiento a la crisis que vive el país centroamericano desde abril de 2018.
En una declaración titulada «Nada con el basurero/OEA», el Gobierno que preside Daniel Ortega recordó «a la innoble e impronunciable OEA que desconocemos su incidencia, puesto que de todos es sabido que no pertenecemos a esa organización de promoción del dominio imperialista de los Estados Unidos, tantas veces evidenciada como el estercolero de la historia».
Este miércoles, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) dio por concluido el mandato del grupo de trabajo para Nicaragua y creó, sin embargo, un grupo de trabajo voluntario para prestar especial atención a la situación en el país centroamericano.
Nicaragua abandonó definitivamente la OEA el 19 de noviembre de 2023, al cumplirse dos años desde que el presidente Ortega activó el proceso para salir del organismo, luego de que la Asamblea General de Cancilleres descalificara las elecciones en las que el líder sandinista, en el poder desde 2007, fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales contendientes en prisión.
«En este año del 45 aniversario del triunfo de la soberanía y las dignidades nacionales, que representó la victoria del pueblo en nuestra revolución popular sandinista, Nicaragua exige respeto a nuestra determinación soberana», dijo el Ejecutivo nicaragüense en su declaración de este miércoles.
«Respeto, exigimos respeto a la sangre derramada, en esta Nicaragua bendita, soberana y siempre libre», continuó.
Managua dijo que «en honrosas batallas, vamos siempre más allá, ignorando a los serviles, a los que desde espacios contaminados y ensangrentados pretenden violentar nuestros derechos y libertades soberanas, cuando en sus propios territorios cometen crímenes de lesa humanidad».
«El basurero de las Américas no lo reconocemos»
«El basurero de las Américas no se reconoce, no lo reconocemos, y más bien se denuncia, lo denunciamos, como el pésimo y nefasto ejecutor de las obsesiones imperialistas de ocupación, invasión e interferencia en nuestros países, contra nuestros pueblos y contra la paz y la vida», prosiguió.
En el documento, el Gobierno de Nicaragua dijo: «No somos colonia de nadie, y decimos con orgullo, que esa organización decrépita y mortuoria, ni nos convoca, ni nos representa, ni nos pertenece».
«No somos traspatio yanqui. Seguimos denunciando y luchando contra el yanqui, enemigo de la humanidad», enfatizó.
Managua explicó que así se pronuncian «contra los intentos de injerencia del basurero de la historia. Su insignificancia es obvia».
En noviembre de 2021, la 51 Asamblea General de la OEA resolvió por mayoría que las elecciones que garantizaron la permanencia de Ortega en el poder, junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, «no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática».
Esos comicios, celebrados el 7 de noviembre de 2021, destacaron por la ausencia de siete potenciales candidatos a la Presidencia de la oposición que fueron encarcelados antes de las votaciones acusados de «traición a la patria», así como por la eliminación de tres partidos opositores, la derogación de la observación electoral, discrepancias sobre el nivel de participación, y una serie de leyes que restringieron la participación en el proceso.
En reacción, el Gobierno de Nicaragua anunció su renuncia y desvinculación de la OEA, de la que fue uno de los miembros fundadores en 1948.