Para reclamar su derecho de elegir quien los gobierne y de participar en las votaciones de su país, organizaciones de venezolanos que viven en México se congregaron en una protesta pacífica en el Parque Lincoln.
«Queremos reclamar los derechos políticos, los derechos humanos que tenemos a poder ser elegidos y elegir a un ciudadano. En Venezuela no tenemos la dicha de que la candidata para gobernar el país que escogimos participe en unas elecciones democráticas de manera natural.
«Pero a pesar de ello y de las trabas que nos puso el gobierno, seleccionamos una segunda candidata y la segunda candidata tampoco nos la dejaron escribir.
Entonces realmente no hay una elección democrática, sino solamente todo lo que hace el gobierno, participando en una elección entre comillas y es como una elección primaria entre sus partidos políticos y la oposición, que también es su oposición, no la real oposición que somos nosotros», explicó al respecto Edson Yair Martínez, líder de la ONG Mundo con Venezuela.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el dirigente, que reside en México desde hace trece años y fue desplazado de manera forzada de su país natal por la crisis económica, informó que esta manifestación se llevó a cabo de manera simultánea en 10 países para representar a los millones de personas originarias de Venezuela en todo el mundo que «quieren ponerle fin a la dictadura de Maduro».
«Exigimos una elección presidencial real. También queremos que nos permitan inscribirnos en los sistemas de elección, a quienes vivimos fuera de Venezuela porque nos están poniendo trabas.
«Nos vamos a las embajadas, o nos vamos a los procesos de reestructuración, o de acomodar los datos dentro del Consejo Nacional Electoral y resulta que tampoco tenemos un proceso de inscripción en extranjero. Toda la gente que se inscribe en las embajadas aparece rechazada, piden 500 y 600 documentos para que no nos inscribamos y pues están coartando de manera gradual un proceso natural que, con solo su identificación, como lo dice la ley, la ley puede pasar a formar parte de un proceso de elecciones», denunció el venezolano.
Acompañado de cientos de venezolanos que se reunieron en el corazón de la alcaldía Miguel Hidalgo, demandó que más de ocho millones de personas se quedarán fuera de «la posibilidad de cambiar el futuro de Venezuela» debido a las trabas consulares.
«Hay una crisis muy fuerte en Venezuela, es una crisis completa, una crisis de 25 años donde el venezolano recibió regalías, tarjetas, bonos, regalos y al inicio pues es un amor, todo el mundo contento y en el proceso inicial la gente feliz porque recibió becas. Pasaron 25 años y hoy ni regalado la comida la queremos, queremos que se vayan, queremos que se vayan como entraron porque ellos entraron con golpe de Estado y aprovecharon la democracia, metieron su candidato y ganaron y se les respetó su proceso de victoria.
«Pero gradualmente hicieron una reforma en la constitución, manejaron el periodo electoral de cinco años a indefinido y ahora no se quieren salir, y ahora no nos quieren dejar elegir, y ahora no nos quieren que los candidatos de nosotros participen», explicó.
Al grito de la frase: «¡Queremos Venezuela libre!» y «¡Fuera Maduro!», difundieron su mensaje, que se transmitió de forma simultánea en Madrid, Bélgica, Estados Unidos, Italia, España, Argentina, Portugal, Francia, Holanda, Alemania, Canadá, Puerto Rico, Colombia, Chile, Uruguay, Ecuador, Panamá, Manaos, Aruba y Perú.
Finalmente, hicieron un llamado a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Embajada de Venezuela en México a facilitar su inscripción al padrón electoral de voto en el extranjero para ejercer su derecho a distancia.
Asimismo, exhortaron al gobierno de Venezuela a respetar sus derechos humanos y libertad de expresión.
«Si usted opina (en Venezuela) es detenido porque todo lo que va en contra de lo que ellos piensan es fascismo. (…) No debería ser un problema decir: ‘oye, quiero votar, quiero elegir’, porque es algo natural, pero cuando un sistema, que por 25 años se inquistó como el cáncer, es siendo difícil sacarlo.
«Ellos con sus instituciones, que están invadidas manejan todo, militares, jueces, todo un proceso sistémico de 25 años y hoy lamentamos mucho lo natural que es pedir: ‘déjenme votar y déjenme escribir’ y pasa a ser una protesta, esto no debería ser».