Luego de que en enero pasado mejoró su expectativa para la economía mexicana por el entusiasmo que despertó el nearshoring, este miércoles el Banco Mundial (BM) ajustó a la baja su estimado para el 2024.
Así revisó la expansión para el producto interno bruto (PIB) de 2.6% a 2.3%, debido a que aún no se concretan las inversiones atraídas por la relocalización de las cadenas productivas.
Durante la presentación del Informe Económico América Latina y el Caribe LACER titulado «Competencia: ¿el ingrediente que falta para crecer?», el economista en jefe para América Latina del organismo, William Maloney, explicó que a inicios de año había información sobre anuncios de planes de inversión.
Sin embargo, ponderó que no han visto nada materializado en cuanto a esas intenciones lo que a su parecer ha sido una sorpresa para ellos.
Además, matizó los retos que enfrentan las regiones que podrían verse beneficiadas por ese fenómeno como el norte con la escasez de agua.
Para el 2025, el BM no modificó su expectativa al quedar en 2.1% y agregó el correspondiente para el 2026 año al que le dio posibilidades de crecimiento con 2%.
En el informe, se establece que si bien América Latina y el Caribe muestra un dinamismo menor al resto de las regiones del mundo, ya recuperó plenamente el PIB perdido durante la pandemia de Covid-19.
Espera que este año la economía de la región en su conjunto aumente 1.6% desde el 2.3% que tenía en enero; para el 2024 la subió de 2.5% a 2.7% y para el 2026 consideró un crecimiento de 2.6%.
Destacó que el empleo total está cercano a restablecer su valor que tenía antes de la crisis sanitaria, aunque no para todos los grupos.
Mientras que la pobreza se redujo por debajo de sus niveles prepandémicos, según el Banco Mundial, en buena medida debido a la influencia de Brasil y México.