Sonia Vera, abogada del equipo de defensa del exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, valoró este viernes que un tribunal haya reconocido que su detención en la Embajada de México en Quito fue arbitraria e ilegal, y anticipó que seguirán apelando a otras instancias hasta conseguir que salga de la cárcel.
La sala de la Corte Nacional de Justicia que vio el recurso de habeas corpus presentado para liberar a Glas consideró que fue víctima de una detención ilegal al darse fuera del marco normativo contemplado para allanar sedes diplomáticas, pero no lo liberó al tener todavía pendiente por cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas emitidas en años anteriores.
Los magistrados no concedieron así el pedido de Glas, que buscaba que anulasen su detención y, acto seguido, que fuese entregado a México o a otro país que le diese también asilo, al declararse un perseguido político y víctima de ‘lawfare’ (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos).
«Agradecemos a la comunidad internacional: su apoyo logró que se declare arbitraria la detención, un paso adelante. Sin embargo, Jorge sigue detenido. Apelaremos hasta lograr su libertad», escribió Vera en la red social X.
Actualmente Glas se encuentra en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, ubicada en la ciudad de Guayaquil, donde según su abogada sigue en huelga de hambre.
El lunes fue hospitalizado de emergencia al sufrir una descompensación por causas aún no esclarecidas, pues las autoridades penitenciarias lo achacaron a su negativa a ingerir alimentos y un parte policial señalaba una presunta sobredosis de medicamentos.
Glas fue detenido el pasado viernes dentro de la Embajada de México en Quito, tras ser asaltada por las fuerzas policiales y militares horas después de que el Gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador hubiese decidido concederle el asilo.
Sobre Glas pesaba una orden de captura e ingreso en prisión preventiva por el caso de las obras de reconstrucción tras el fuerte terremoto de 2016, donde está imputado por presunto peculado (malversación de fondos).
Además, debía volver a prisión para terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita que no había terminado de purgar cuando en 2022, tras cerca de cinco años encarcelado, salió en libertad gracias a una polémica resolución judicial de medidas cautelares.
Para el Gobierno ecuatoriano del presidente Daniel Noboa, México infringió la Convención de Asilo Político, que señala que las personas procesadas en tribunales ordinarios por delitos comunes no pueden ser objeto de este beneficio.
Glas fue uno de los hombres fuertes del Gobierno de Rafael Correa (2007-2017), donde fue ministro y vicepresidente, cargo que también ocupó a inicios de la administración de Lenín Moreno (2017-2021) hasta que comenzaron a saltar las imputaciones en su contra.
El caso de la irrupción en la embajada llevó a que México rompiese relaciones con Ecuador y lo denunciase ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por considerar que fue violado el derecho internacional y su soberanía, con una condena casi unánime de la comunidad internacional al asalto a la misión diplomática.