Tres sicarios que en julio del 2022 ejecutaron a un vendedor de drogas en la comunidad San Antonio, perteneciente al municipio de Tepezalá, fueron sentenciados, cada uno, a 15 años de cárcel tras ser declarados culpables por el delito de homicidio doloso calificado con premeditación y ventaja.
Se trata de Eduardo Santoyo Marín, Maximiliano Zapata Ponce y Salvador Nava Guadalupe, quienes asesinaron a balazos a Agapito Zazueta Montes, de 25 años de edad y originario de Sinaloa.
Las investigaciones realizadas por las autoridades ministeriales revelaron que el sinaloense llegó a Tepezalá procedente de San Luis Potosí para trabajar vendiendo elotes, pero luego comenzó a vender drogas.
El jueves 14 de julio del 2022, alrededor de las 16:30 horas, los tres sicarios se dirigieron a la referida población de San Antonio en busca de Agapito, a bordo de un auto Nissan March, en color gris y sin placas de circulación.
Al ubicarlo, un cuarto sujeto lo persiguió pie a tierra para matarlo, pero el joven se refugió en una tienda de abarrotes, donde pidió ayuda.
Enseguida, en el coche llegaron Maximiliano, Salvador y Eduardo, por lo que Agapito salió de la tienda y se dirigió a otro negocio, denominado “Forrajera Lara”, para tratar de resguardarse, pero los tres sicarios fueron tras él y en ese establecimiento le dispararon para acabar con su existencia.
El sinaloense murió por los balazos que recibió en tórax y pelvis.
Los tres agresores escaparon en el March, pero alrededor de las 16:50 horas fueron detenidos por oficiales de la Policía Municipal de Tepezalá, que les aseguraron tres armas de fuego, dos calibre 9 milímetros y otra calibre .45, con las que dispararon a la víctima.
Los tres arrestados fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público Federal en la Delegación Estatal de la Fiscalía General de la República (FGR) y luego presentados ante el juez de Control, que les dictó el auto de vinculación a proceso por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y fueron recluidos en el CERESO Aguascalientes.
Posteriormente fueron vinculados a proceso por el homicidio y tras el juicio que se les siguió cada uno fue condenado a 15 años de cárcel, al pago de 150 días de multa, equivalentes a 14 mil 433 pesos y al pago de 894 mil 350 pesos como indemnización a los familiares de Agapito por su muerte así como el pago del daño material y moral.