Es lamentable que el Gobierno Federal actual busque por todos los medios desacreditar y perjudicar la imagen de quienes puedan tener un liderazgo social, como el caso del Obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, quien siempre ha sido una persona que es políticamente crítica, señaló Humberto Martínez Guerra, activista político.
Consideró que es necesario escuchar la versión que Monseñor tenga que dar al respecto, ya que existen muchas dudas de quien provienen las declaraciones en cuanto a las condiciones en las que fue encontrado el Obispo emérito, “yo me iría con mucho cuidado, porque no sabemos si haya un lado oscuro, pero del lado de quien hizo los señalamientos acerca del prelado”, cuestionó.
“Yo no le creo al gobierno nada, porque no cuentan con la autoridad moral”, dijo, tras destacar que se debe esperar a que el Obispo emérito recobre la conciencia y la capacidad de dar su declaración.
Recordemos que luego de la desaparición del Obispo Salvador Rangel circuló la versión de que había sido víctima de un secuestro exprés, que después se descartó y tiempo después se dijera que Monseñor había estado en un motel con otro hombre.
Martínez Guerra señaló que esta ola de enredos provocados por las mismas autoridades de Morelos provocan una suspicacia y ya no tienen credibilidad, “lo que ellos digan, puede ser todo lo contrario”, indicó el activista político.
Hizo hincapié en que el gobierno actual del estado de Guerrero se encuentra en manos de una gobernadora cuyo progenitor, Félix Salgado Macedonio, no cuenta con ninguna autoridad moral y es un “gánster”, además de que son parte del partido en el poder: MORENA.
Por último el activista político dijo estar en la espera de poder conocer la versión de los hechos por parte de Monseñor Salvador Rangel.