Jerusalén, 10 may (EFE).- «¿Dónde está mi vida?», se pregunta Noam Ben David, superviviente del 7 de octubre, en la exposición ‘De la Oscuridad a la Luz’, en el Museo de la Tolerancia de Jerusalén, que recoge los testimonios de 25 mujeres víctimas del ataque de Hamás, el mayor trauma nacional de la historia del Estado de Israel moderno.
En la muestra, que hoy se abrió a los medios, se recogen testimonios en vídeo como el de Noam, de 27 años, cuya historia dio la vuelta al mundo al narrar cómo tuvo que esconderse bajo el cadáver de su novio para sobrevivir en el festival de música Supernova, donde murieron 364 personas.
«Se supone que tendría que llevar un anillo y estar casada con él. El día después de la fiesta íbamos a firmar el contrato para alquilar una casa juntos», explicó la joven a Efe al terminar el recorrido de la exposición, en el que se muestran también fotografías de las víctimas y los rehenes secuestrados tras el ataque.
Aunque la muestra abrirá al público el próximo 20 de mayo, el museo acogió un acto inaugural a puerta cerrada con el presidente de Israel, Isaac Herzog, y estas mujeres supervivientes o que perdieron seres queridos en el ataque de la organización islamista, en el que murieron unas 1.200 personas.
Junto a Noam, que acudió al evento aún en muletas, muestra de las heridas que sufrió en la cadera el 7 de octubre, había otras supervivientes como Roni Lupo, quien aún no ha podido regresar a su hogar en el kibutz de Kfar Aza.
«Llevamos siete meses fuera de casa, toda nuestra vida está patas arriba. Mi hija y su novio estuvieron en el hospital hasta hace un mes», explicó a Efe. Cuando los terroristas entraron en el kibutz, ambos huyeron para refugiarse en casa de Lupo, donde él mismo les explicó cómo hacerle un torniquete para parar la hemorragia de sus propias heridas.
Las pantallas verticales que conforman la exhibición con historias del 7 de octubre cuentan también con el relato de Ricarda Louk, que perdió a su hija Shani -cuyo cuerpo fue exhibido en una camioneta por los milicianos en un vídeo viral- en el festival Supernova.
«Es como una montaña rusa. Tratamos de volver a nuestra vida, a la rutina, vivir la vida porque no podemos hundirnos en un agujero», contó a Efe, insistiendo en la importancia de la muestra para mantener viva su memoria y narrar al mundo exterior lo sucedido.
La exposición recoge también un mural en el que los visitantes pueden pegar mensajes, siendo el que más se repite «Bring them home» («Traedlos a casa») tanto en inglés como en hebreo, en referencia a los 253 rehenes que Hamás llevó a Gaza -de los cuales permanecen en el territorio palestino 128-.
El curador de la muestra es Malki Shem Tov, padre de Omer, uno de los secuestrados en el festival Supernova. Su madre, Shelly, se dirigió a la prensa en el acto posterior al recorrido: «El día 6 de octubre fue mi cumpleaños, fue el día más feliz de mi vida», narró. Al día siguiente se despertó «en una pesadilla» con la desaparición de su hijo.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, llamó a la sociedad a «no desviar la mirada» ante lo ocurrido en su país, resaltando la importancia de la exposición para hacer llegar al mundo lo ocurrido el día del ataque.
La muestra abrirá al público el 20 de mayo en el Museo de la Tolerancia de Jerusalén, un espacio que aún no ha sido inaugurado y que ha protagonizado numerosas polémicas entre israelíes y palestinos.
El centro, concebido como un escaparate de la tolerancia en la sociedad israelí, se construyó sobre el histórico cementerio musulmán de Mamilla, que data del siglo XI.
‘De la Oscuridad a la Luz’ llega al público de Jerusalén cuando la ciudad vive protestas habituales para demandar al Gobierno el retorno de los rehenes que aún permanecen en Gaza, y que se reavivaron ante la posibilidad de un acuerdo de tregua entre el Gobierno de Israel y la organización islamista.
Las negociaciones entre las delegaciones del Gobierno de Nentayahu y Hamás concluyeron ayer en El Cairo con pocas expectativas de acuerdo, mientras Israel mantiene los bombardeos sobre Rafah, al sur de la franja, en una ofensiva que deja en el territorio palestino más de 34.900 muertos en siete meses.
Paula Bernabéu