A pesar de que el Celebration Tour de Madonna, con el que festejó sus 40 años de trayectoria, terminó hace 26 días, el show sigue siendo tema de conversación.
Esta vez, la cantante fue demandada por un fanático que afirma fue «obligado» a ver actos sexuales simulados en uno de los escenarios de Los Ángeles.
Justen Lipeles, quien presentó la querella en un tribunal de California, alega que debió ser advertido sobre la dinámica del concierto de la estrella de 65 años antes de acudir al Kia Forum. Además, señala que tanto él como otros fanáticos no obtuvieron lo que esperaban.
Entre las quejas, mencionó que la presentación comenzó con más de una hora y media de retraso, situación que ya se ha repetido en otras ocasiones y por las que Madonna ha sido demandada. También mencionó que hizo sincronización de labios durante las canciones y que se apagó el aire acondicionado, lo que generó condiciones sofocantes para los asistentes y provocó que se enfermaran físicamente.
Lipeles detalla que la intérprete de «Like a Virgin» hizo caso omiso a las quejas por el calor y, en cambio, pidió a los asistentes que se desnudaran simplemente. Sobre los momentos subidos de tono que Madonna realizó con su cuerpo de baile, asegura que fueron sometidos a ver «pornografía» y a ver a mujeres en topless, lo que calificó como una falta de respeto hacia ellos, los fans, y un espectáculo extremadamente sexual.
Madonna enfrenta la demanda por incumplimiento de contrato escrito, tergiversación negligente, imposición intencional de angustia emocional, publicidad engañosa, negligencia/imposición negligente de angustia emocional, y competencia desleal, señala el medio digital Blast.
Justen Lipeles, además, exige un reembolso por las entradas y/o ganancias del espectáculo. Ya en enero, un retraso en sus conciertos de Nueva York le causó problemas a la artista. La reina del pop realizó tres shows en la Gran Manzana durante el mes de diciembre y se enfrentó también a una demanda por parte de algunos de los asistentes. En aquella ocasión, la cantante, que llegó dos horas tarde a sus shows realizados el 13, 14 y 16 de diciembre en el Barclays Center de Brooklyn, fue acusada de «publicidad engañosa» a través de una demanda presentada por dos asistentes al concierto, Michael Fellows y Jonathan Hadden, según consignó el sitio TMZ.
En diciembre de 2023, la estrella recibió también críticas de sus fans por el primer concierto de su gira en Norteamérica, en Nueva York, luego de subir al escenario a las 23:00 horas, cuando el comienzo del espectáculo estaba anunciado para las 20:30. Algunos reclamaban una disculpa pública mientras otros pedían que les devolvieran el valor de las entradas.