Fuera de su imagen de galán o villano que ha creado en la televisión, Ernesto Laguardia dijo que desde temprana edad fue una persona tímida y que incluso en su época de estudiante sufrió de maltrato, por parte un profesor que se burlaba de él en las clases, quien hasta lo llegó a nombrar como «inútil».
La ventaja de poder interpretar todo tipo de personajes y estar detrás de una cámara, consideró que es una manera de protegerse de la timidez, que hoy en día sigue teniendo.
«Yo siempre he sido tímido y en la escuela era mucho más, un profesor se burlaba de mí cuando no llegaba a los tonos, era músico y cuando no llegaba a los tonos me decía: ‘-Usted es un inútil’, ‘nunca vas a cantar’, hubo mucho maltrato, me pegaba emocionalmente», señaló.
Aunque actualmente su pasión es la actuación, estudió música también, por ejemplo tocó el acordeón durante 14 años, pero un día que tenía que viajar a Chicago vendió su instrumento, acto que provocó el regaño de su familia; después estudió el órgano.
«De los miedos que siempre he tenido ha sido la soledad, yo era tímido, era medio nerd, me molestaban, el bullying siempre ha existido», comentó durante la entrevista que le hizo Yordi Rosado.
Laguardia es el menor de cuatro hermanos y recordó que, después de ir a un campamento a Estados Unidos, se volvió interdependiente, con ganas de querer ser actor, así que entró a la XEW como mensajero, en una época que todavía era estudiante.
«Había un letrero que decía ‘gane 10 mil pesos’, que era un dineral en ese entonces y tenga su noticiero a cuadro; no te pagaban nada, pero aprendí mucho y conocí a gente importante», ahondó.
Su abuelo trabajaba con Lázaro Cárdenas y su papá, recordó fue una persona con la que cualquiera se podría enamorar de su plática.
Ernesto Laguardia cuenta con una carrera de 50 años de carrera artística con teatro, películas, conducción, telenovelas como «Quinceañera», «Alondra», «Amigos por siempre», «Amarte es mi pecado», «Gotita de amor», «Corona de lágrimas», entre muchas más, como «Padres por conveniencia», próximamente.
«Muchos años lo dediqué a no estar con mis papás, cuando entré a hacer telenovelas fue meterme al foro 20 horas al día y dices: ‘cómo va cambiando todo’».
Atribuye a su genética el verse bien, aunque sí se ha puesto botox, mencionó ser miedoso con las inyecciones: «me dan pánico»; también le dan pavor las ratas, las arañas.
Pero fuera de eso, no se cuida de más:
«Mi esposa que es más joven que yo, dice que le chupo la juventud. Mis hijos nos dan alegría, una fuente de juventud», expresó quien agregó que sí se ha dejado las canas para algunos personajes.
¿Cómo era México en los 60?
De los mejores recuerdos que tenía en su infancia era cuando en familia iban al centro a ver las luces de Navidad, también la moda de su madre, quien le dedicó la vida a sus hijos.
«Cómo ha cambiado todo, las redes sociales, la música, cómo refleja lo de una generación, cómo hablan, cómo se visten. Yo escuchaba todo lo que les gustaba a mis papás, Agustín Lara, las grandes bandas».