Tras realizar una nueva protesta, pacientes renales y familiares se mostraron dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para no permitir que se les ponga en peligro de muerte al obligarlos a que acudan a la nueva clínica, que no garantizaría la calidad y la puntual atención. De este modo, dijeron que seguirán tomando calles y luchando, hasta que se les deje en sus mismas clínicas.
Señalaron que no cesarán sus protestas hasta que se logre que se queden recibiendo la atención en las tres clínicas en las que han estado siempre, dado que los constantes cambios de hospital han originado decesos de pacientes porque no recibieron la atención adecuada y a tiempo, y no los atendió personal especializado, lo que derivó en que sufrieran infecciones y finalmente, perdieran la vida.
Comentaron que a pesar de que se les ha dado un amparo provisional, esto es temporal para que no los cambien la semana entrante, pero se va a proseguir hasta que la suspensión sea definitiva, pues no les pueden estar moviendo de un lado a otro como si fueran animales.
Pidieron al delegado del IMSS que les dé la cara, pues hasta el momento nadie del Seguro Social se ha presentado para atender su problemática y su petición de que no sean llevados a la nueva clínica del Edificio Tepeyac, pues no se cuenta con instalaciones adecuadas, ni siquiera funcionan los elevadores y se ha sabido que solamente tienen alrededor de 70 máquinas de hemodiálisis, cuando son un promedio de 800 a 1,400 los pacientes que se deben de atender, y a los que quieren meter allá, “aun cuando no está nada listo”.
Pidieron a la gobernadora Tere Jiménez y al alcalde Leo Montañez que acudan al llamado que tienen todos, “porque venimos gente de todo tipo y este cambio nos da en la torre a todos y alzamos la voz por todos los pacientes”.
Los pacientes y sus familiares comentaron que es totalmente inadmisible que el Seguro, sólo por ahorrar, les quiera enviar a ese lugar en donde no hay condiciones para estar y además, dijeron que de la Central de las combis ya solamente tienen que atravesar para llegar a la UCUNE, que es una de las clínicas que dejaría de prestar el servicio y para ellos representaría un gasto de taxis, un desgaste para poder acudir a acompañar a su paciente en turnos que aún no se sabe si serían nocturnos y que les obligarían a quedarse en algún lugar o en la calle, puesto que muchos de ellos vienen de municipios del Estado y hasta de Zacatecas.
Consideraron que el IMSS no tiene la menor idea de las penurias que pasan muchos de los enfermos y sus familiares, pues algunos ya no se pueden mover, son trasladados en combi y de ahí cargados por su propio familiar porque no pueden ya caminar, y para poder llevarlos a la nueva clínica representaría un esfuerzo mucho mayor y un gasto que no están en condiciones de afrontar, pues muchos no traen ni para comer y otros ni para pagar un taxi, y en este caso, el gasto de transporte se les triplicaría.
“Principalmente somos personas, seres humanos”, argumentaron, tras pedir al IMSS que tenga conciencia y no se haga de la vista gorda, “quisiera que estuviera en nuestros zapatos para que se den cuenta de la magnitud de lo que estamos hablando, porque no es solamente la salud, es su vida de cada paciente, porque cada cambio es fatal, y hay muertes, porque se infectan, porque se les pone mal su catéter y cada cambio es fatal”.
Señalaron que en el cambio de clínica fallece mucha gente, porque estamos hablando de la magnitud de la enfermedad que como tal se dice: insuficiencia renal terminal crónica y sabemos que va a suceder que fallezcan, pero en muchos casos va a ser por el cambio de clínica porque el paciente ya no aguanta un tipo de cambio como este que es muy drástico.
Aparte, contratan a personal que no tiene experiencia en el manejo de enfermos renales y en ocasiones no realizan bien su labor, provocando con ello que se les presenten infecciones y de ellas se derive que pierdan la vida.
RECHAZAN SER TRASLADOS DE SUS CLÍNICAS
En estos momentos la licitación la tienen CARIN, UCUNE y RENIS, tres clínicas de las que los pacientes no quieren ser traslados, “son con las que nos queremos quedar, porque quieren concentrar a todos los pacientes en una sola, de día y de noche y hasta sábados y domingos, lo cual está complicado”.
Dijeron que hay el rumor de que quieren sacar a la gente que es atendida en el Seguro para que se vaya a esta nueva clínica, pues las clínicas 2 y 3 del IMSS están teniendo terapias las 24 horas, por ello quieren sacar a los pacientes de ahí y llevárselos al Edificio Tepeyac, “y si aquí somos 800 o 1,200, con los que traigan van a ser muchos más, y va a empeorar”.
Señalaron que en Aguascalientes se habla de una población de diez mil personas afectadas de padecimientos renales.